Hay una mezcla magia, delicadeza, simbolismo y sensibilidad en la signatura china.
Hay mucho de dibujo, de gesto, de expresión y de encanto. Significante y significado en un baile milenario.
Algo también, a qué negarlo, de locura e incomprensión.
Pero resulta fascinante.
La escritura convertida en arte.
No sé muy bien si son escritos, pinturas o dibujos. Qué más da. Hay que contemplarlos y evadirse, mirarlos y soñar.
Ay, quién pudiera aprender.
Quizá algún día...