Los dibujos siempre persiguen algo.
Están los que persiguen la luna, están los que buscan el mar como locos, los que un pez, los que una estrella.
Son pocos los que buscan el amor y esos, tontos, son los primeros que lo acaban encontrando.
Hay quienes van como locos buscando, y otros que persiguen sí, pero con un poco más de pausa. Siempre van, dibujitos locos, en busca de algo.
Están los que buscan la libertad y los que quisieran escapar de los confines del folio. Tenemos a los que corren tras una idea y también, claro, a los que escapan de ella.
Hay quienes persiguen la gloria mientras que otros se conforman con rellenar los cinco minutos antes de acostarse.
Yo por dibujar acabo dibujando hasta a los que no persiguen nada. Los llamados así, "persiguenadas", que ya les vale.
Y como buenos perseguidores, tampoco sé muy bien por qué, acabo dibujándolos con un buen montón de brazos.
Algo, aunque sea nada, pillarán.
O eso espero.