martes, 29 de octubre de 2013

Pájaros CLXV






Te quiero tanto
que sería capaz
de detener el tiempo
sin siquiera leerle
sus derechos.

Viaje a Uzbekistán VII










Hoy me he levantado y me he tomado un té con una tranquilidad mayor si cabe de la habitual, y apenas si he leído cuatro páginas de un cómic.

Hoy he dejado que un implacable sol se colase por la ventana para que abatiese mis ojos aún no lavados en agua fría.

Hoy he pensado que a las formas geométricas siempre habría que añadirles un burro.
Y me he puesto a ello.

domingo, 27 de octubre de 2013

Mañana empiezo CLXXXII




No sé
si el mañana existe
pero al ayer
le quitaron una hora
y por algo se empieza.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (XLII)


288) Porque el fin del mundo había apostado parte de la asignación que le daba su padre (un maya llamado Eustaquio) al número 12, en el casino que Sheldon Adelson todavía no había construido en Madrid. Como no le tocó (no podía tocarle si todavía no había jugado), el magnate americano mandó a cuatro Umpalíes Libercieños a que le partieran las piernas al fin del mundo, más que nada por joder, pues en realidad no le debía nada.
Todavía con las piernas rotas y aun si su asignación, el fin del mundo habría podido mantener mal que bien su órbita planetaria, pero cuando por un exceso de celo uno de los Umpalíes lo ató, amordazó y metió en el maletero de un Seat Córdoba y de ahí, por mucho que sea diciembre, no se sale vivo.

289) Porque un amigo croata, con información privilegiada y de muy buena tinta, sabía que algo malo podía pasarle al fin del mundo, así que filtró un mensaje cifrado en un anuncio de pizzas de la revista "Qué me dices", en el que -una vez descubierto el algoritmo- se podía leer: Danié, te va a hasé daño. Pa'lagua no.

290) Porque cuando das un paso hacia adelante, más cerca estás del final. Y aquel fatídico día de diciembre Usain Bolt tenía hambre y no tenía donuts de chocolate en casa que echarse a la boca y saciar su deseo.

291) Porque un fin del mundo hecho y derecho, nacido de padre austero y madre misericordiosa, educado en la anarquía por la Escuela Pública y defensor vehemente de las canciones más apasionadas de Junco sabe y lo sabe bien: Si hay que ir se va, pero ir pá ná es tontería.

292) Porque el fin del mundo había confiado en que en el conocido Hotel Budapest de la capital moscovita le despertaran a las cinco de la mañana para ver un partido mítico de la SuperBowl, que ponían en diferido por Eurosport. Sonar lo que se dice sonar, el teléfono sonó, pero el fin del mundo había olvidado quitarse los tapones de cera que le habían regalado en el Museo del mismo nombre que tan horrenda impresión le causó en Madrid, y la recepcionista del Hotel tampoco es que insistiera mucho. Cuando el fin del mundo se levantó tres meses después de lo imaginado (qué malas son las resacas de vodka) su cabreo no era tanto con el hotel, ni con Dostoievski ni con la vida, sino por cómo había empobrecido tan rápidamente la programación de la televisión por cable.

293) Empequeñecen Libélulas Filántropas Ilusionadas No DEL Músico Uruguayo Ni De Otros.

294) Por gilipollas.

viernes, 25 de octubre de 2013

Mi escuela


(de una idea de Fabricio, cantado en la manifestación de ayer, con todo nuestro cariño)

jueves, 24 de octubre de 2013

miércoles, 23 de octubre de 2013

martes, 22 de octubre de 2013

Pájaros CLXIV






El aire de la lluvia
es olor
y vuela contigo.

lunes, 21 de octubre de 2013

domingo, 20 de octubre de 2013

Mañana empiezo CLXXXI




Soy el faro
que pasa siempre
por el aro.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (XLI)


281) Porque el fin del mundo escribió, torpe y con prisas, mal un whatsapp que resultó definitivo.
Iba a escribir un clásico punto y coma con un cierra paréntesis, pero se le fue el dedo, tan gordo que lo tenía, y puso un dos puntos abre paréntesis.
Enviar.

282) Porque entre Universos, cuando se está borracho, es normal, en vez de jugar a Guillermo Tell como todo el mundo, taparse los ojos frente a un ordenador y escribir: delete *.*

283) Porque Venus quiso entrar en el libro Guiness de los Récords, usando la goma más grande del Universo.
Tom Walker y Marissa Mynrall, miembros del jurado nombrado a tal efecto, se desplazaron de Iowa para ver no sólo cómo Venus cumplía con todos los requisitos impuestos por la editorial, sino para comprobar cómo aquel planeta sensual se cargaba la Tierra, se cargaba Iowa, y se cargaba la posibilidad de que aquel libro volviera alguna vez a estar en las estanterías de la única librería de Benamargosa. Pero firmaron el OK con un boli del Carrefour.

284) Porque la Tierra cerró los ojos mientras iba conduciendo por la carretera nacional que une Manzanares y Ocaña. Fue un cerrar un poco y ya está, un micro segundo, que estoy cansado, los cierro y no pasa nada, sí, ya ves que no, que no pasa.

285) Elefantes Luxemburgueses Fagocitan Itinerarios Nauseabundos DEL Malogrado Ungüento Neozelandés Desperdiciando Otros.

286) Porque una araña del Orinoco fue llevaba en secreto por cuatro cuáqueros a la Comunidad Autónoma de Extremadura para ser criada en la libertad salvaje que da la sequía.
Encontrada casi deshidratada por una manada de lechones, fue alimentada y educada en la más estricta disciplina lechón, que sólo dejaba libertad en la interpretación de los escritos de Hegel.
Nadie, ni los más tiernos de sus hermanastros, podrían haber previsto lo que ocurrió su primer día en la Universidad en Badajoz. Y es que la araña, consultando en Internet una información sin importancia, le dio a la tecla Intro a la vez que el veneno de su pata se introducía en el teclado, infectando de inmediato a la población mundial y generando una pandemia que llevaría al desastre.
Ella, la araña, dijo oink, oink, como pidiendo disculpas, pero ya era tarde, lo menos las 23:48.

287) Porque el fin del mundo, si le dices ven, lo deja todo.

viernes, 18 de octubre de 2013

jueves, 17 de octubre de 2013

Mi amor crece


Mi amor crece,
mi desvergüenza
no tiene límites.

miércoles, 16 de octubre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

Pájaros CLXIII






El amor es esa carrera de piraguas
que tú ves desde la grada
puesta de perfil.

lunes, 14 de octubre de 2013

La foto que no es tuya


Se produce por el exceso, por el despiste. Quién sabe por qué se produce.
Pero pasa.
Pasa y gusta.

De un viaje vuelves cargado. Vuelves cansado, vuelves exhausto. Vuelves con la cabeza allá, con el corazón dividido y el alma inquieta.
Los ojos llenos y la tarjeta de memoria de la cámara, esa que se encarga de guardar los momentos ganados al tiempo, también llena.
Y con el digital acaban siendo miles, casi sin darte cuenta, las fotografías que te acompañan al regreso.
Son muchas, sí. ¿Demasiadas? Yo no lo creo.

Pero procesar tanta imagen es un reto.
Y no me refiero al retoque digital, a la manipulación a través de software.
Cuando hablo de procesar hablo de asumirlas, de hacerlas tuyas, de recordarlas.
Hablo de procesarlas interiormente, de recordar el momento en que estabas allí, frente a la escena, y hablo de cómo tratas de averiguar -al verla- qué te llevó a disparar.
Entonces, de nuevo, la fotografía vuelve a ti, y en esa comunión de tiempos se establece una unión ya indivisible.

Por eso, por mucho que uno sepa que va a pasar y pase, no deja de sorprender que, cinco años después de un viaje, revisando por azar, por puro azar, una de las carpetas de entonces, aparezca una fotografía que no recuerdas haber hecho, que no reconoces como tuya, que se presenta nueva y distinta y hermosa.

¿Dónde diantres has estado? Le preguntas.
¿De dónde sales? La miras, inquieres y no responde.
Ella, escondida entre muchas, si acaso te devuelve la mirada y conserva el misterio.
O, como el caso de ésta que os muestro, se esconde tras la verja (la niña, la foto) baja la mirada y me dice que sí, que yo estuve allí, mirando, aunque no lo recuerde.
La memoria arbitraria, de la que escribí hace poco, vuelve a tomar presencia.

Me ha pasado cuando alguien me ha enseñado veinte años después algún dibujo que le regalé hace veinte años, y que no veía desde entonces.
La extrañeza ante algo que sabes tuyo pero que no recuerdas es muy curiosa.
Esa separación -a veces tan conveniente- entre obra y autor hace que puedas mirar esa obra sin la inevitable contaminación que ofrece la autoría.

Quizá por eso miro de frente a esa niña vietnamita que se esconde tras la verja.
Quizá por eso miro de frente esa fotografía que siendo mía no reconozco como tal y, lleno de una vanidad que no me corresponde digo: pues no, no está mal.
Quizá por eso miro esa foto que no recuerdo como mía y le digo: bienvenida.

domingo, 13 de octubre de 2013

Mañana empiezo CLXXX




Entre chasquidos
y suspiros
llega la noche negra.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (XL)


274) Porque hete ahí que estaba el graciosillo de turno tratando de hacer una foto: un poco más a la derecha, no un poco más, sí, sí, un poquito más y ya...

275) Porque Demérito García Bubión, trilero del sector HG-7HM de la Galaxia Nerea, gustaba de engañar a sus clientes con el típico sigue a Mercurio, en qué cubilete está Mercurio, apueste al cubilete ganador, mientras sus ágiles dedos movían la escena sin parar.
Un día, tan rápido que se movieron sus dedos, Mercurio se escapó quién sabe dónde (muchos piensan que está de vacaciones en Miami), así que Demérito, culpable, cogió a la Tierra y la puso en la órbita de Mercurio como sin querer, a ver si nadie se da cuenta y aquí primero paz y después gloria.

276) Porque en el universo hay quien asa planetas como quien en mi barrio asa castañas. Humeantes planetas en el frío invierno, hum, ningún Gorkhliano que se precie puede resistirse a pasear con tres triciclos y un buen cono de planetas asados a tres euros.

277) Porque el fin del mundo se emborrachaba cada vez que podía. En ferias, bautizos, claustros y demás celebraciones.
Si tú hubieses sido el fin del mundo, sabiendo de tu futuro y tus obligaciones también lo hubieses hecho.
El caso es que una noche, en el Toni 2, se exaltó al escuchar la intolerable perversión del lenguaje que manejaba un político mediocre a las cinco de la mañana frente a un auditorio que apenas si le escuchaba.
Borracho sí, tonto no.
Y estalló.

278) Porque tras siglos y siglos y siglos y siglos de vanidades, el mundo no cupo en sí.

279) Porque Justin Michael Gardner, cantautor folk famoso por haber sido telonero de Bod Dylan, guardaba en su casa de Montgomery un trozo del telón que le dio la fama. Con los años, alimentada por Hugh, una cacatúa que Justin tenía por mascota, aquella tela fue creciendo y adquiriendo texturas de seda y terciopelo. Tanto creció que destruyó por sí sola el estado de Alabama, ante lo que las autoridades nacionales, desesperadas, se vieron obligadas a recurrir al Código M176: pedir ayuda a Harry Potter.
Harry llegó y, como estaba liado con no se qué poder maligno que acechaba los campos de Escocia, decidió que lo mejor era aplicar a aquel telón las propiedades de la capa de la invisibilidad y adiós problema. Pero aquello no impidió que la tela siguiera creciendo, y hoy ni América, ni Escocia ni Harry.
Todo a tomar por el viento de la invisibilidad.

280) Entronizados Laicos Finalizan Intimamente Nubes DEL Mundo Ulterior Necesitando Diptongos Ovalados.

sábado, 12 de octubre de 2013

Las definiciones de un coche a vapor LXIX






Revisionando los clásicos
la vergüenza rezuma.
Y qué gusta, pardiez,
más cuando uno mira
y es sábado.