domingo, 31 de julio de 2011

Mañana empiezo CXII







Porque hasta las vacaciones necesitan unas vacaciones.
Porque hasta el sueño imagina y la oscuridad descansa.
Porque hay un tiempo para no hacer nada y ese tiempo ha llegado. Por mucho que esté lleno de cosas.
Y vaya si lo está.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XXX)


204) Porque como todo el mundo sabe -menos los brasileños- solo hay tres cuevas prehistóricas que se conserven en el mundo, y las tres han sido conformadas por el mismo, lento y laborioso concepto.
Las cuevas son, claro, la de Altamira, la de la Bahía de Halong y las de Nerja.
No hay más. No busquéis que no hay más.
Como digo, las tres han sido creadas con el parsimonioso caer y repiquetear de unas gotas de agua en el suelo.
Poco a poco, con el pulir de los años y los sedimentos calcáreos, se fueron creando las estalactitas del techo y las estalagmitas del suelo (sí, lo he tenido que mirar en Google porque no me acordaba cual es cual, qué pasa).
Pues bien, con el golpe a golpe y verso a verso de una gota de agua que se suma a otra gota de agua tenemos, en unos pocos siglos, una hermosa columna surgida de la humedad de nuestros ancestros.
1 estalactita+1 estalagmita=1 columna más bonica que tó.

205) Porque los funcionarios lo sabemos muy bien: El doble de 1 trienio no son 2 trienios. El doble de 1 trienio son dos trienios y 1 sexenio.
Y suma que suma y suma.

206) Porque con el verdadero nacimiento de las líneas aéreas, que podemos datar en 1936, cuando la American Airways transformó aquel primigenio Douglas Comercial en el exitoso DC3, llegaron no mucho después las tarifas que incluían ida y vuelta.
Hunter Douglas enseguida lo vio claro: uno más uno no iba a ser dos ni de coña.
1 trayecto = 60 €, 2 trayectos = 100 €.
Y el dinero rompió por fin las reglas de las matemáticas, allá en el cielo de Madeira, con una botella de Vichy Catalán y dos bollos recién horneados.

207) Porque ahora que la cosa se ha puesto chunga, a cualquier suma de mierda le quitan el IRPF.
Que se lo digan a Ernesto Alcázar, de 14 años, que lleva repitiendo primero de primaria ni se sabe la de años por no ser capaz de saber algo tan sencillo como que tras la reducción habitual del 18%, 1+1=1,64.
Eso sí, el éxito que tiene entre las alumnas recién llegadas de preescolar no tiene precio.

208) Porque como bien dice aquella novela de ciencia ficción que se suele encontrar en los moteles norteamericanos (o más bien en las películas donde salen moteles norteamericanos), el centurión romano, vestido con fajín rojo y pantuflas a juego, dice con voz ronca y sensual aquello de: "No soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para salvarme"
¿Entendéis?
Una. No más.
(y un poco de pasta basta...Gior)

209) Porque uno rima con moruno, y todo el mundo sabe que un buen pinchito tiene que tener por lo menos cuatro trozos de carne.

210) Porque Leonhard Euler, matemático suizo nacido en 1707, tiene en su biografía todos los componentes para renegar de la suma más supuestamente evidente de la Tierra plana.
A saber:
1.- Se quedó ciego: Y todo el mundo sabe que 1 ojo + 1 ojo comparten un 70% de visión, con lo que la suma no es exactamente 2.
2.- Tuvo 13 hijos. ¿Hay que explicar a estas alturas la absurda teoría que dice que los niños vienen de la suma de 1 espermatozoide + 1 óvulo? ¡Sí, hombre, y cuántos espermatozoides tendría que haber tenido el bueno de Leonhard para engendrar tamaña prole!
3.- Sus estudios -los más prolíficos de la época- se centraron en las matemáticas puras.
Puras.
Y ahora mirad todos dentro de vuestro corazón.
En lo más puro de vuestro corazón.
¿1+1 son 2? Pur-no.

sábado, 30 de julio de 2011

Así concluye el espectáculo



Siempre es así.
Por mucho que queramos siempre llega el del fin y todo se acaba.
Hasta que comience de nuevo...

viernes, 29 de julio de 2011

jueves, 28 de julio de 2011

De bomberos XXXVI



Los bomberos viajan por avenidas vacías y se inventan un poema:

El silencio inunda el asfalto
con sus semáforos en verde,
con sus aceras despobladas.

Para ellos no es difícil mantener esa escalera en pie. Las avenidas están llenas de historias. Lo que no saben es que siempre, un poco más lejos, se junta el tumulto en improvisada fiesta.
Hay carricoches, tragasables y polvaredas. Hay membrillos en flor, niños manchados de helado, huellas en el asfalto.
Ellos piensan:

El coche se para,
la carretera desaparece.

mientras la algarabía se muestra al doblar el sueño.
Nunca hay que subestimar las curvas si tras ellas se encuentra el misterio. Así que antes de partir cogen su libretita

No hay nadie tras tu máscara,
tan solo un grillo
que perturba mi siesta.

y el semáforo se vuelve ámbar.

miércoles, 27 de julio de 2011

Aromas a arena









A poco que uno se pasee por este blog puede darse cuenta: Todo es susceptible de ser retroalimentado. La retrolaimentación sólo es superada por la falta de vergüenza (aunque en realidad formen parte de la misma cosa).
Hoy no podía ser menos.
En un día de playa y siestas no había sino que dibujar con aromas a arena, y dejarse llevar por las líneas como quien chapotea en el rebalaje.
Eso sí, sin pasarse.

martes, 26 de julio de 2011

Pájaros LXVI











Tipografías, amor y pájaros.
Una cuestión de puro diseño.
Hay entre medias caminos que llevan al fin del mundo, combates a derecha e izquierda que merecen la pena disputarse, cepillos absurdos y pájaros sedentarios.
No sé cuánto durará esto, pero el día que acabe la palabra fin irá lo menos a 72 puntos.
O más.

lunes, 25 de julio de 2011

También en los váteres



Siempre fui un hombre de rituales. No me preguntéis por qué.
Supongo que la cotidianidad es en sí misma un ritual, así que de un modo u otro no podemos escapar de su influjo.
Rituales, pautas, manías. Y así que pase el tiempo.

Soy muy de quitarme el reloj de la muñeca izquierda y ponérmelo en el bolsillo derecho del pantalón cuando al empezar una proyección cinematográfica se apagan las luces de la sala.
Soy de los que cuelga las camisetas en perchas que se orientan con el gancho mirando al interior del armario.
Soy de los que apaga el móvil y desconecta el cable del teléfono fijo para dormir una siesta de dos horas.
Soy de los que mira a los ojos de las chicas cuando paseo por la calle y si me gustan sonrío, de los que evita a toda costa los números pares al manejar en el mando el volumen del televisor, y de los que vierte la Coca Cola con una precisión de cirujano logrando que mantenga el mayor gas posible, en espera de ese primer trago de cuatro sorbos que sé que me hará llorar indefectiblemente.
Podría seguir y no pararía.

Y, para alguien que vive solo, el ritual de los rituales es pensar.
Pensar y perder el tiempo.

Una cosa que me gustó siempre, cuando me pongo a pensar porque sí, es establecer relaciones entre cosas.
Cuanto más absurdas mejor:
Entre dos mujeres bien, entre una mujer y un libro de poesía mejor, y entre una mujer y un melocotón la cosa ya va ganando (aunque se pueda subir, y mucho).
Si escribo una tesis algún día -esto es un secreto- irá precisamente de esto: De las relaciones entre las cosas.
¿Qué dura más, un leucocito o la espuma entre las rocas? ¿Quién ha tenido más ropa interior de color granate, Miriam Díaz Aroca o Martina Navratilova? ¿Dónde hay más luz de tungsteno, en Arabia o en los Cárpatos? ¿Qué tiene más Ferricianuro de Potasio, las Rimas de Gustavo Adolfo Béquer o un solo programa de "Sálvame Deluxe"?

Establecer relaciones se convirtió, inexorablemente, en un ritual que todavía conservo.
Y esta mañana estaba en la playa estableciendo relaciones entre las distintas casas en las que he vivido desde que con diecisiete años me fui de casa.
Nueve casas en veinticuatro años:
Tres en un tercero y dos de ellas en un quinto.
En cuatro se caía la taza del váter, en siete tuve el estudio en el propio dormitorio, en tres la cocina en el salón.
En dos acabé peleado con algún vecino, en ocho tuve que cambiar el grifo de la ducha.
Cinco eran con ducha eléctrica, solo tres tenían horno.

Pero las cuatro últimas tuvieron siempre el mismo separalibros colgado encima del váter.
Desde que lo vi me gustó y decidí que ese sería su sitio.
Era un separalibros de la editorial Lumen, tan sencillo como se muestra en la fotografía, que simplemente decía. "La poesía está en todas partes...también en Lumen".

Hoy quería hablaros de esa fotografía, de por qué colgar el mismo objeto en cuatro cuartos de baño distintos, de por qué se quedó olvidado ex profeso en la casa de Melilla, de por qué romper con un ritual que duraba ya catorce años.
Pero se me fue la cabeza hablando de leucocitos, Cárpatos o azufaifas, y ya es hora de tirar de la cadena.

Y sí, aunque todos lo sabemos, no está demás pensar en ello mientras meas: La poesía está en todos sitios.
También en...

domingo, 24 de julio de 2011

Mañana empiezo CXI







Ciento once, o lo que es lo mismo 111, que multiplicados por las seis tiras de que consta cada entrega...

"Mañana empiezo" ha sido siempre, desde su enunciado, la significación de un fracaso, de un no creernos ni a nosotros mismos, de saber que expresamos un deseo aún a sabiendas que no se cumplirá.
Eso, digo, normalmente.
En verano, amigos, mejor ni pensarlo.
Mañana playa, mañana siesta.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XXIX)


197) Porque estaban Dios, Jehová y Alberto de Mónaco en una playa de Barbate, a las siete de la mañana, un poco perjudicados después de una noche de farra con unas rusas de dieciséis años.
Ellas ya se habían ido a dormir a su apartamento en Benalmádena con el dinero que Jehová les había dado para el taxi.
Alberto, aburrido mientras espera que su servicio secreto le informe de dónde carajo se pueden comer en Barbate unos churros en condiciones (aunque sea consultando en Google Maps), se pone a contar para pasar el tiempo: Que si los chinos de la arena, que si los restos de berberechos en una pota del suelo, que si las amapolas que vuelan entre las gaviotas...hasta que le llega el turno a sus compañeros.
Y entonces se da cuenta.
No se puede sumar a Dios y a Jehová.
No se puede.
Si dices que son 2, igual ofendes a alguna religión que dice que son lo mismo, si dices que es 1 otro tanto, y para colmo ha sido Jehová el que ha pagado el taxi.
1+1= un respetuoso silencio, y marchando una de churros.

198) Porque en diferentes idiomas distintos al español (¿por qué no hablará todo el mundo igual?, ¿no sería todo más fácil?), en diferentes lenguajes, donde nosotros decimos "más", ellos lo traducen como "plus", y eso no es sino signo inequívoco de que todo les da igual.
- "¿Cuánto es 1+1?"
- "A mi plus"
- "Pues a mí plin".
- "Pues hala, 1+1= la Capilla Sixtina recreada por los Pitufos en Pitufolandia".

199) Porque yo, siguiendo los preceptos conversos de Latoya Jackson, hago caso hasta el extremo de la expresión "tú suma y sigue", y de esta manera:
1+1=2, no a 3, no a 4, no a 5, no a 6, no a 7, no a 8, no a 9, no a 10 no a 11...

200) Porque no se pueden sumar 1+1 si no es en términos estrictos de paridad.
Queda terminantemente prohibido sumar un zapato a un zapato o una naranja a una naranja, sino que deberemos sumar un zapato a una zapata y una naranja a un naranjo.
Es cierto que se han detectado efectos surrealistas en los resultados de dichas sumas, pero en seguida ha venido un sumo y nos ha aplastado con una llave típica de Osaka.

201) Porque Phileas Fogg hizo la vuelta al mundo mientras sumaba 1+1, y cuando llegó se dio cuenta que había ganado un día de más, así que le salió 3.

202) Porque Hermes Márquez nació ciego desde su nacimiento, allá por 1534. No tuvo lazarillo ni hacienda, y malvivía sus días postrado en la esquina de la calle Ancha de Torrelavega de Osorio en espera de un pan que aliviara su hambruna.
Nunca tuvo nada el bueno de Hermes, si exceptuamos un nombre de Dios que de poco le valía pues nada de mensajero tenían sus días, ni siquiera los sueños que se colaban entre los adoquines de Osorio.
Hermes no podía vivir sin su bastón, pues estaba solo en la vida, así que contar resultaba muy difícil.
Si hubiera tenido las dos manos sueltas, robar en los mercados y disfrutar en los burdeles habría tenido sentido, pero con un bastón en la izquierda todo era más difícil, así que cuando quería contar, a Hermes, el mendigo ciego, la suma siempre le salía 1.

203) Porque el piloto de Fórmula Uno Paul di Resta hace honor a su apellido y no suma, resta.
Que se lo digan a su escudería Force India.

jueves, 21 de julio de 2011

Hoy tengo hambre de ti



Hoy tengo hambre de ti pero el ramadán me frena.
Hoy tengo hambre de ti y te bebería entera.

miércoles, 20 de julio de 2011

Pájaros LXV











Aventuras, viajes, poesía.
Las historias de los pájaros se mueven entre autobuses que no paran, estaciones de ceniza y gente, amores incondicionales y iPods que echan humo.
Ellos imaginan mundos que no han sido y acumulan gusanos a la puerta de la cena, mientras el carbón espera ser encendido...

sábado, 16 de julio de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XXVIII)


190) Porque un tren, al igual que la vida, está compuesto de vagones. No es la suma de esos vagones lo que un tren es. Un tren es la suma de sus viajes, de sus traqueteos, de sus besos en los túneles, de sus atracos, de Hercules Poirot investigando lo imposible, de los apaches persiguiéndolo, del carbón en la negra cara de los maquinistas, de los hermanos Marx gritando desaforados, de un novelista que lee en su duermevela.
Un tren es eso y mucho más.
Y uno más uno no son dos. Es San Petersburgo.

191) Porque 1 mañana + 1 mañana = pasado mañana, no a 2 mañanas.

192) Porque Simon and Garfunkel nunca pudieron sumarse. Ellos se abrazaban, en un intento desesperado de unión más allá de lo musical, y en un espectáculo un poco gay -todo hay que decirlo- pero no había manera.
Y si hubieran conseguido crear un monstruo de dos cabezas y cuatro brazos no habrían tenido la oportunidad de componer "The Sound of Silence", sino algún éxito de Camela.
En el caso de Simon & Gartfunkel, 1+1=1+1, si hablamos de Camela, 1+1=3.

193) Porque donde comen dos, comen tres, así que en los comederos de Francia y en los de Uzbekistán, 1+1=3.

194) Porque ya lo dijo el insigne escritor de ensayos semióticos de precisa conceptualidad orgánica que responde al nombre de Jesulín de Ubrique: Im+presionante= Impresionante.

195) Porque Eratosthenes de Cirene, que nació en Cirene antes de que fuese Libia, fue director de la biblioteca de Alejandría.
En verano estaba siempre de muy buen humor, ya que comía sandías de Egipto en tempura con salsa de arándanos de Lebreros, y solía regalar libros a la gente que venía a consultar estadísticas, leer comics o mirar la sección deportiva de los diarios nacionales.
- "¡Llévate este, que aquí hay muchos!"- solía decir a los sorprendentes usuarios.
Así que las sumas, en la biblioteca de Alejandría, nunca salieron.
Para colmo ese optimismo terminó y cuando Eratóstenes quedó ciegodecidió suicidarse muriendo de hambre.
Desde entonces, en las bibliotecas, como en los trenes, como en la vida, las suman nunca cuadran con la realidad del espejo.

196) Porque solo tenemos una vida. Nada más. Y mucho que sumarle a esa vida. No es un contrasentido. 1 + cualquier cosa = Infinito.

viernes, 15 de julio de 2011

jueves, 14 de julio de 2011

Olvídate de mí (Cines Princesa)



En los pequeños escarceos que ofrecía el regreso.
Y de las muchas satisfacciones.

Después de haber vivido doce años en Madrid, formaba parte de la rutina volver y ver cine como si se acabase el mundo. Cinco películas en tres días, siete en cuatro y así. No había descanso, tampoco lo necesitaba.
Había mucho de vorágine, de inconsciencia, de pérdida de referencia, de mezcla de sensaciones, de falta de reposo y perspectiva.
Pero daba igual. Las ganas podían.
Y en mitad de aquella locura siempre había un rayo de luz, una parada en el camino, un instante único, un momento irrepetible. Y entonces todos los calendarios rotos habían merecido la pena.

Navidad del 2004, Madrid.
"Olvídate de mí" fue ese tiempo detenido en mitad de la nada. Ese reconstruir el mundo de nuevo, esa deliciosa sensación de sorpresa, de vida, de estar frente a una historia de amor nueva y antigua, distinta, profunda y delicada.
Porque eso era aquella película: una historia de amor.
Una historia de amor con pelos de colores, con lágrimas en el coche y caricias en el sofá, con recuerdos de una playa que se desvanece, de lucha contra lo inevitable para renacer desde casi cero.
Una historia de amor partido en dos que se resquebraja y se regenera.

La sala Princesa estaba casi llena. Gondry, Kauffman, Winslet y hasta Carrey tiran mucho.
Y no defraudan.
Unos títulos de crédito que aparecen a la media hora con la canción "Everybody's gonna learn sometime" no pueden sino presagiar el paraíso.
Aunque sepamos que el paraíso duela.
Y la gente va desapareciendo de la sala como los recuerdos dentro de la película.
Y todos somos Joel en su lucha por recuperar a Clementine.
Y nos sorprendemos y nos emocionamos a un tiempo.
La película es un caballo desbocado que nunca se desboca. Una locura controlada, un puzzle medido y disonante.
El público que queda permanece expectante y entregado: por una vez las expectativas se cumplen.

Hay mucho en la historia que la hace nuestra: la complicidad de una tarde a media luz, el desamor en forma de cinta de cassette, la elección de cambiar de metro en la dirección contraria, los juegos en la nieve, la infancia colándose por un sumidero.
Hay mucho en esta historia que funciona como espejo: las cosquillas bajo la sábana, las miradas de biblioteca, los fotomatones.
Conoces la historia como cuando ves una cara nueva y sabes que la has visto antes.
Porque el amor y el desamor se dan siempre la mano a la vez que se despiden.
Porque cuando huyes los pasillos se apagan y el futuro es incierto.

Y como quieres que acabe bien eres feliz cuando la luz de la sala se enciende. Aunque todo sea mentira, mucho más mentira que nunca.
Pero una mirada de Kate bien vale un autoengaño.
Sales a un Madrid invernal y echas de menos el mar para poder salir corriendo a su encuentro.
Para poder revivir ese momento solo te queda cerrar los ojos o volver a comprar la entrada.
Y dudas.
Claro que dudas.


martes, 12 de julio de 2011

Pájaros LXIV











Un verano cualquiera, los pájaros guadiana, un tango certero, o el mundo impar que nos impide ver la vida.
Los pájaros bien que vuelan entre historias al tuntún del viento escaso que mece sus tardes.
Es lo que tiene este verano de grandes mares, de distancias cortas, de vidas inventadas.

lunes, 11 de julio de 2011

Viaje a París II















Cuando se mezclan los aromas del último con los del próximo.
Cuando se confunden las ganas con el recuerdo, la inquietud con la satisfacción.
Los viajes siempre andan diluyéndose entre sí, recién terminado uno se busca inevitablemente el siguiente y, cuando éste está a punto de llegar, lo anteriormente vivido reaparece a flor de piel.
Y así hasta el infinito...

Vistas, cementerios, museos, rincones, catedrales o árboles.
Y la luz al final del paisaje.

domingo, 10 de julio de 2011

Mañana empiezo CX







Los domingos acuarelosos empiezan por despintar y luego todo se sabe: las bombillas se vuelven tristes, los lápices viajan al caribe, los cortos se sienten viejos y a las manos les falta un codo.
O un tornillo, que para el caso.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XXVII)


183) Porque 1 dado + 1 dado, en función de sus caras que van del 1 al 6, pueden sumar de 2 a 12.
1+1= vete tú a saber.

184) Porque si a un matrimonio le sumas otro matrimonio, como hizo Roberto Enríquez con Sonia y Maribel en Cómpeta y Fuenterrabía respectivamente, lo que obtienes es una ilegalidad como una prisión de grande, precisamente tan grande como la de Alhaurín de la Torre donde Roberto pena sus valentonadas machistas en las calurosas noches de verano con Fali, más conocido como la Manoli de Alfarnate.

185) Porque si aceptamos que 1+1 son dos, tendríamos que suponer que 2-1=1, pero como bien dice el refrán Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita.

186) Porque Simeon Denis Poisson, matemático, astrónomo y físico francés, tuvo la brillante idea de ponerle a todas sus invenciones y descubrimientos su apellido Así, la ecuación de Poisson, el coeficiente de Poisson, la ley de Poisson, la distribución de, Poisson, el famosísimo paréntesis de Poisson, o la integral de Poisson son puro veneno. O un pescado o un veneno, él nunca supo.

187) Porque si a un sol le sumamos otro sol, sobre todo aquí en Córdoba, la hemos cagado.
Sume lo que sume, la hemos cagado.

188) Porque justo antes de que el matemático de turno se acerque a ese 1 virgen, ingenuo y desprovisto de maldad para sumarle otro 1, lascivo, malvado y crápula, de esos que te encuentras de vez en cuando por la vida, el primero de los unos, asustado y temeroso, siempre acaba diciendo aquello de: ¡virgencita, virgencita, que me quede como estoy!
Y sí, entonces, a ese uno, le sumes lo que le sumes se queda como está.

189) Porque 1 euro + 1 euro, según Standar & Poor's, es igual a una mierda pinchá en un palo, y ese es un icono que todavía los teclados de ordenadores, iPads y demás calculadoras con patas.

sábado, 9 de julio de 2011

Si tú no me dices ven



Si tú no me dices ven, es que estarás distraída.
Si tú no me dices ven, será porque ya he llegado.

viernes, 8 de julio de 2011

jueves, 7 de julio de 2011

Son como una flor



Para Sergio y Fabri, por mis primeros días en Córdoba

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: "Es como una flor"

Julio Cortázar
"Historias de cronopios y de famas"