176) Porque si después de ver Rocky I, inmediatamente después, le das al play y la vuelves a ver, no estás viendo Rocky II. De ninguna de las maneras. Eso no pasa ni con El Padrino.
177) Porque si tienes una manzana en una mano y quieres coger otra manzana, lo que tienes que hacer -a no ser que tengas una mano inmensa y capaz de abarcar los límites más insospechados- es coger la manzana con la otra mano.
Así si a una manzana le sumamos otra manzana lo que tenemos es una manzana en cada mano.
Esto no ocurre con el Yeti, por ejemplo, estamos de acuerdo.
El Yeti, cuando tiene una manzana y quiere coger otra, la coge con la misma mano, eso está comprobado por un equipo de dos antropólogos suizos que hablan alemán entre ellos, pero ahí el problema es que tampoco suman dos manzanas, pues el resultado de tal acto es un aplastamiento tal que 1 manzana + 1 manzana = compota de manzana tipo Yeti.
178) Porque 1 Citadelle + 1 tónica dan 1 gin tonic de toda la vida.
Sí, a veces, en la vida, las cosas no se suman, se mezclan.
179) Porque Claudia Margarita Núñez de Penagos, aristócrata de rancio abolengo en la España de principios del siglo XIX, bailaba todas las noches vestida como una cortesana en las lúgubres tabernas de las afueras de Ciudad Real, escapándose con la cómplice ayuda de su doncella Violeta del castillo de sus padres.
A la vuelta, ebria de toqueteos y vino, habían confabulado una llamada secreta por la puerta de servicio para que Claudia Margarita pudiera entrar: 1 golpe, silencio, 1 golpe.
La noche del 26 de julio de 1821, exhausta y con ganas de cama, se plantó la libidinosa aristócrata delante de la puerta. 1 golpe, espacio... y en ese momento un campesino alto y apuesto salió de los matorrales, quién sabe por qué, quién sabe de donde.
Se miraron, con el cielo ya clareando, y el espacio que sucedió tras el primer golpe en la puerta se prolongó más de lo esperado.
Y sí: 1 golpe + 1 espacio= perder la honra y ganar un bastardo.
180) Porque hay 1 grandes y 1 pequeños. Si los sumamos, el resultado suele ser aleatorio.
181) Porque de todas las palabras compuestas (saca-corcho, punta-pié, corta-fríos, mata-moscas) hay una que siempre me llamó la atención: Tiovivo.
Y es que efectivamente, Eriberto Alcázar, hermano de mi padre y abogado del Estado en ejercicio, se puede parecer a cualquier cosa menos a una atracción de feria con aire vintage y nostálgico.
Un tio vivo no es un tiovivo ni de coña.
182) Porque a mí me daban 2.