miércoles, 29 de mayo de 2013

martes, 28 de mayo de 2013

Pájaros CXLVIII





Espejismos con hipo
y vientos con encontronazos.
Espejos de soledad
y agua entre la arena.
Si al final los dos picos se juntan
bienvenido sea el calor que se atrasa.

Destripas


Destripas la carne
y tira a tira
haces que en mi corazón la lluvia
se convierta en serpentina.

viernes, 24 de mayo de 2013

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (XXIII)


155) QUÉ

156) POCA

157) VERGÜENZA

158) PERO

159) QUÉ

160) POQUÍSIMA

161) VERGÜENZA

P.D.
Como ya ocurriera con esta entrada del mundo plano y con esta otra de 1+1, en este tercer evite, las razones de la 155 a la 161 coinciden con una aseveración (la de la poca vergüenza, por otro lado igualmente irrefutable) que está presente a lo largo y ancho de las 365 razones, pero que nunca está de más dejar bien claro y por escrito.

Por otro lado, sigo preguntándome (esas cosas que solo me preocupan a mí) por qué no elegí el intervalo de la número 180, que se corresponde justo con la mitad de las mismas.
Supongo que poco importa, y menos desde que a finales de diciembre del año pasado el fin del mundo llegase para acabar con todo.

Si es por ir



jueves, 23 de mayo de 2013

miércoles, 22 de mayo de 2013

De noche la luna


De noche la luna
hace de mi sombra luz
y al amanecer arroja
mi penumbra por los suelos.

martes, 21 de mayo de 2013

Pájaros CXLVII






A buen entendedor
pocos refranes bastan,
y es que no por mucho madrugar
tienen mis males remedio.

domingo, 19 de mayo de 2013

Mañana empiezo CLXXI




Cuando naufragas con un lápiz
eres feliz
de saber que tienes
dónde agarrarte.

Las definiciones de un coche a vapor LXIV






Sigue el coche a vapor definiendo su mundo, lleno de ciudades que confunden polución con niebla, y adentrándose en el mundo de la composición, que siempre es una espiral que lo absorbe.
Se sabe el centro de interés, aunque esté feo señalar.
No sabe el mar en su onda qué extraña regla compositiva cumple, aunque el coche se bañe, sin pensar en más milongas, simplemente porque se tercia.

sábado, 18 de mayo de 2013

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (XXII)


148) Porque el mundo se acabó, y cada día que pasa todos -suecos, keniatas y tailandeses- son más y más conscientes que este esperpento de pseudo vida que estamos viviendo es, en mayúsculas y con un poco de vaho pegado a las entrañas, un sueño del gran y añorado Berlanga.

149) Porque en el arcaico y circunspecto modo de apareamiento de los planetas, siempre hay hueco para la ternura, los dislates y la inexperiencia.
Lo malo es la abstinencia prolongada, y cómo retomar los hábitos.
Los planetas se dejan llevar por sus instintos, y entre ellos no existe el mañana. Mucho menos si el deseo desborda sus océanos, su tierra encallada.
La última vez que un planeta mujeriego y perverso atravesó el sistema solar guiñando a la Tierra maldades lujuriosas, muchas estrellas presintieron que el final estaba cerca.
"Tonto", "Muérdeme" y "Ay" fueron los únicos ecos que quedaron de aquella desenfrenada pasión obnubilada.

150) Porque si ciento cincuenta razones no son suficientes, la siguiente es la ciento cincuenta y una.
Todas tan irrefutables que asustan.

151) Porque Harriet Granger Perkins había vivido durante cuatro siglos en solo dos casas distintas.
Austera e instruida en el arte de escribir, se ganaba la vida como fumigadora de plagas, y sus no pocos amigos la llamaban con cariño y respeto "la chica del humo".
No se le conoció apego a lo material, ni pareja que la acompañase en sus paseos matutinos a orillas del río Hudson.
Todos pensábamos con razón, viéndola brillar etérea entre nuestros sueños de azafrán, que cuatro siglos eran muchos y que tarde o temprano acabaría por abandonarnos, cosas de la edad que no perdona.
Lo que nunca imaginamos que fuera un banco, apropiado de nuestros bienes y sin un desfribilador que controlase sus ansias, el que desahuciaría a la buena de Harriet, solo porque las cucarachas llevan cincuenta y tres años ganando la batalla en el purgatorio.
Harriet, que podía haber renegociado la hipoteca, no lo hizo.
Y, eso lo sabía muy bien Juan, el administrador que vive en Hanoi, la pereza la desbordaba con solo pensar en una mudanza, mira que le había costado hace trescientos veinte años la primera. Así que dijo basta.
Para mí, verla partir tan feliz con solo una mochila de colores donde predominaba el naranja, aquella fría tarde de miércoles, fue una premonición de lo que estaba por pasar: la chica del humo se llevó mis nubes, y ya no llueve -nunca más- a gusto de nadie.
Y así no merece la pena.

152) Porque la Tierra tuvo hipo, cosas de hablar rápido y comer sin masticar, atolondrada y nerviosa como se confesaba no hace mucho a la revista Hola.
Y el hipo se cura así y se cura asao.
Qué sabrá nadie.
El hipo se cura pidiéndole a aquel agujero negro, el que está a tan solo veinte mil años luz de distancia, que venga y le dé un susto a la Tierra, cuando está desprevenida viendo el fútbol.
¿Que si se quita? Vaya si se quita.

153) Porque lo que tú enciendes, si yo no lo apago, explota.

154) Porque había tres anillos de oro y zafiros que se bañaban ingenuos y desnudos en la cueva de Alí Babá, entre maravedís de alta acutancia, cáliz con forma de pinaza, candelabros brillantes y demás tesoros sabiamente administrados con el transcurso de avaricia por el dueño de la cueva.
Los anillos, juguetones como no podía ser de otra manera, se miraban a sus piedras preciosas y pensaban que el mundo era eso: Lujo, dorado y fulgor entre el húmedo musgo de la roca.
Pero llegan los mapas, llegan los asaltos, las expropiaciones y el IVA.
Y, siglos después, esos anillos inocentes acaban en manos de tres hermanas, constructoras tirando a amargadas, con plaza de aparcamiento en la mismísima calle Serrano y una mancha de café en los gemelos.
Los anillos se vuelven tristes y una buena mañana amanecen de cobre y bisutería. Es el signo de los tiempos, se dicen mientras notan cómo el parqué que antes crujía es ahora de tarima flotante.
¿Qué será lo siguiente? Se preguntan sin saber que Alí Babá tiene intención de reconstruir su imperio en otra dimensión, que aquí todo es gris marengo, y que cuando los llame al móvil un 21 de diciembre para decirles "ven" ellos, anillos siempre pese a quien pese, lo dejarán todo.

Pon esto en tu muro



jueves, 16 de mayo de 2013

La rebeldía


Porque no hay horas
ni oscuridad
cuando la rebeldía
lo ilumina todo.

miércoles, 15 de mayo de 2013

martes, 14 de mayo de 2013

Pájaros CXLVI






Tu mundo
y el mío.
Esas dos viñetas.

lunes, 13 de mayo de 2013

Negro (viaje a Siria en un sueño)




Anoche tuve un sueño.
Ya fuese por el calor, por la alergia, o el cansancio, más bien debo decir que fue una pesadilla.

Estaba en un hotel. Moqueta antigua, país oriental.
Era Siria.
Yo, por lo visto, era reportero gráfico para una revista y estaba allí, rodeado de gente que no conocía, que me hablaban en un idioma que no entendía, sabiendo sin saber que ese no era mi lugar.
En el vestíbulo del hotel, con mi cámara preparada. Con el ridículo prendido a la mochila.

Sabía que debía salir y hacer fotos (se escuchaban ruidos de algún que otro disparo) pero no quería. Me negaba. Un hombre con un turbante blanco me dio unas palmadas en el hombro y casi riéndose me condujo hasta la puerta.
Salí.
Fuera solo había polvo y vacío.
No recuerdo mucho más.
Recuerdo que, de los nervios, no quité la tapa del objetivo y, aunque por el visor todo se veía negro, yo empecé a disparar. Disparaba y miraba, miraba y disparaba.
En ese momento me desperté. El asma me trajo de vuelta. El sueño había acabado.

Lo más extraño, de cualquier modo, ha venido después.
Nada más ducharme he tenido la necesidad física de salir a la calle a hacer fotos.
A hacer fotos con la tapa del objetivo puesta.
No puedo explicarlo de otra manera: la necesidad física.
He cogido la cámara, he salido a la calle y, aún siendo muy consciente del ridículo que hacía, he mirado el negro inmenso del visor y he apretado el gatillo.

Sentí nervios. Había vuelto al sueño.
Así que no he podido.
Apenas cinco fotos han salido de mis dedos, aunque solo muestre tres.
Qué más da, si todas son lo mismo.
Son solo imágenes en negro.
Son solo imágenes de un sueño. ¿O no?


domingo, 12 de mayo de 2013

Mañana empiezo CLXX




Dibujar para hacer
del mundo un lugar mejor
quizá sea mucho soñar,
pero no por eso
me voy a echar a dormir.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (XXI)



141) Porque las onomatopeyas del mundo se pusieron en huelga todo el mes de diciembre del año 12, en una tensa pero implacable lucha contra los luchadores de kendo, contra las caricias sobre algodón, contra la tenista española Conchita Martínez, contra las piedras que rebotan en el agua, contra las ventosidades iracundas de Valentín Pertíñez, contra el viento del noroeste, contra los desagradables llantos de Esteban Renualvo, contra las tizas que arañan pizarras antiguas y contra todas sin excepción las bolsas que de plástico infame chisporrotean al picar de su interior.
La huelga, más que justificada, fracasó estrepitosamente al llegar esquirolamente y sin prejuicios el fin del mundo a hacer bang, y por mucho que el resto de ellas le dijesen schhh, la cosa hizo plof.

142) Porque trescientos millones cuarenta y cuatro mil novecientos tres habitantes de la Tierra, el 21 de diciembre de 2012 a las 15:31 con veinte segundos, justo justo al mismo tiempo, les dio por apretar en Enter para consultar en el buscador de Google "Cómo incrustar magnolias asesinas en un parterre digital usando software libre" y, menos a un finlandés que le salió en el buscador la foto de Cañita Brava durante cuatro segundos absurdos, el resultado fue el colapso integral de los conductos energéticos del planeta. Y luego hubo un boom.

143) Porque mil trescientos esquimales se pusieron a escupir -tradición lapona- en un agujero que habían descubierto de la capa de ozono. Tuvieron que saltar mucho para tan cruel venganza, y en un rebote la cosa hico crack.

144) Porque tras robar un Tigretón del supermercado espacial que te encuentras en la segunda rotonda nada más salir de Venus, propiedad de Petronor, tres estrellas brillantes como ninguna se dieron a la fuga para evitar que Miguel el munipa las arrestase, pese a que ellas se sabían ya muertas.
La persecución, seguida en directo por Manolo Lama desde la Cadena Ser, tuvo récord de audiencia con un share de cinco puntas (tres violetas y dos verdes) nada menos.
Las tres estrellas, tan brillantes, se escondieron tras la luna, que se iluminó como el sol, e hizo que todos los lunáticos y enamorados de la Tierra se pusiesen en pelotas y convirtiesen las plazas y los McDonals en playas nudistas, liándolo todo bien pardo.
Si la leyenda se pierde en confirmar si el fin del mundo llegó con un splash o con un plonk, es simplemente porque nadie sabe ya qué sonido hacen millones de cuerpos desnudos al estrellarse contra el hormigonado asfalto.

145) Porque la conciencia de la humanidad, dormida durante siglos, se despertó con un Ummm, desayunó tostadas de paté con mermelada de frambuesa y se miró al espejo con un Aaaagggg.

146) Porque en Austria habían ido larvando una vida entera de música sinfónica en las calles y onomatopeyas en los apellidos. Kranl, Catnich, Ausbruch, Hlawatsch, Klocker, Mlac, Ranz, Repich o Volk son solo una pequeña muestra de estos.
Los más acérrimos defensores de la sonoridad contundente del apellido, los DSCA, montaron una sociedad secreta que se reunía a bombo y platillo en cualquier kaffeehauser de Vindobona, que es como ellos gustan de llamar a Viena.
El problema vino una navidad, con tanto frío, en que Fritz y Fusch se pelearon por pagar la cuenta, que ascendía a 49.794€ de vino caliente.
Hay quien dice que el roce hace el cariño, pero cuando los roces son entre Fritz y Fusch, genran una combustión que ni Calparsoro.

147) Porque FIN es una onomatopeya, muy de acabar un concierto, muy de brindar con vino blanco.

sábado, 11 de mayo de 2013

Donde todo entronca y nada encaja





Cuando no dibujas sino que esculpes. Cuando no delimitas sino que juegas. Cuando no coloreas sino que miras y refleja.
Cuando todo entronca y nada encaja.
Puro vicio, puro juego.
Cuando las horas pasan y el polvo se aposenta es hora de barrer.
Pero por mucho que haya ya que recoger, digo yo, todavía es mejor dedicarse al dibujo.

viernes, 10 de mayo de 2013

jueves, 9 de mayo de 2013

Hoy no, hoy nada.





Hoy no,
hoy nada.
Hoy mis cuatro tiras
están de huelga.

miércoles, 8 de mayo de 2013