jueves, 31 de diciembre de 2009

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XIX



127) Porque todo termina. El año termina, los libros terminan, los amores terminan y la Tierra también, sí, la Tierra también termina...

128) Porque todos tenemos que pasar página. Los años pasan página, los amores pasan página, los libros pasan página y la Tierra sí, la Tierra es plana...

129) Porque estaban Alá, Yavéh y Dios en una whiskería del centro de Alabama y ligeramente achispado (por no llamarlo ebrio), nuestro amigo Dios dijo aquello de : ¿Jugamos a aplastar planetas de un solo pisotón?
Y sin esperar respuesta empezó con el que le pillaba más a mano.
Así quedamos desde entonces...

130) Expertos reposteros de distintas partes del universo se reunieron una nochevieja en Urano para decidir como sería la Tierra. 
Rodrigo Almazán, de veinte años, el más joven representante maestro pastelero de Xixona, dijo de hacer la Tierra a imagen y semejanza del turrón que su padre había inventado el mismo año que se hizo Mercurio.
Votaron en sufragio secreto, y salió que sí. 
Que como el turrón.

131) Porque el PLAN-O viene de PLAN OBVIO.

132) Porque hay un Tratado de Bolivia, que no se estudia en Historia del Arte porque ha sido ninguneado por la jerarquía universitaria más reaccionaria, donde Simón Bolívar, Alfonso X el Sabio y Gustavo de Arístegui se pusieron de acuerdo para no "remover" más el tema, y cual conspiradores irredentos echaron tierra sobre el asunto.
¡Echaron tierra!

133) Porque el IBEX 35 ha caído un 3'8 % hasta llegar a los 3.426 puntos, sin contar a última hora con los valores de Ferrovial.
¡Cuando "La Sociedad" entre a cotizar veréis cómo se acaba la crisis..!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Pájaros XXII









Me gustaban sí, cuando era chico, los western de largo alcance, las épicas películas del oeste que echaban por la tele las tardes de los fines de semana.

Y de esa manera siempre quise ser el shérif de Nerja, el Gary Cooper del Campo de los Cangrejos o de la Maquinilla.
No había enfrentamiento de pistolas y sí juegos de pelota, pero de todas formas todo era entonces como un duelo al sol chutando entre dos piedras.
Eran otros tiempos...

Los pájaros sin embargo recuerdan más aquellos tiempos de los primeros atardeceres en la playa, de aquellas primeras pérdidas y desilusiones.
Rememoran los anhelos, la curiosidad y los sueños que se proyectaban en la noche.

Y así estas historias recuerdan no sólo las estrellas que se convierten en ley y orden, sino los besos de arena, las vueltas esperadas, los picotazos que duelen más que las bofetadas.

Mientras regresan y me acompañan, yo no puedo dejar de acordarme de aquella pelota en Los Cangrejos, que iba qué duda cabe más rápida que las balas.

Y no hay manera de esquivar los recuerdos...

martes, 29 de diciembre de 2009

Viaje a China VIII















Andamos siempre erre que erre con la unidad, con el sentido o con la unión que debe existir en una serie fotográfica.
Y así es.
Pero también está la miscelánea, igualmente existe la pluralidad, del mismo modo nos encontramos con lo heterogéneo.
Y total, para qué preocuparse.
Las fotos no son más que reflejo de un instante, y como tal nos conducen a través de esos laberínticos vericuetos del diálogo con el pasado.

Y qué decir de un viaje.
Qué más variedad, cuántos sentimientos diversos, qué cantidad de encuentros, paisajes, rostros, detalles, luces, miradas y colores a través de los días y el camino.
Así funciona.
El viaje es un no parar de recibir información, una incesante bombardeo de sensaciones, un eterno devenir de miradas y asombro.

Y qué no decir entonces de China... 
Dónde la unidad, donde la coherencia frente a tanta inmensidad, dónde el sentido frente a tanta exageración y desborde...

Por eso esta colección de imágenes de su padre y de su madre
Por eso los juegos frente al lago, las flores de loto, los jarrones de porcelana y jade, los viejos que sonríen o la modernidad en forma de bullicio callejero.
Porque eso es lo que reflejan.
Un viaje realizado, un tiempo ya pasado, lo visto en aquel momento.

Y tan heterogéneo como los días.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Mañana empiezo XXXXII







Sí, no hay nada como la nada...

Viajar a ningún sitio, no leer ni un solo libro, no esperar ni equivocarse.
Zambullirse en un mundo vacío lleno de cielo y mar, con el sol de la tarde que te acompaña a través de pensamientos inexistentes...

Quien dice mañana dice el jueves. Eso es así.
Y quien dice el domingo dice el mes que viene y aquí no ha pasado nada. El tiempo se se expande y se contrae con la misma facilidad que uno come tallarines antes de la cena.
Y no me digas que no...

No me falta un tornillo, no. Me faltan muchos. 
Los veo por la calle, tirados en los cajones, debajo de aquel mueble. Y los recojo y me los pruebo pero no me va ninguno, lo intento y no hay manera de que cuadren en mis articulaciones.
Me falta un tornillo pero lo mejor es no buscarlo, lo mejor es dejar que el mecanismo se estropee poco a poco sin remedio...

Lo único que probablemente sea verdad de todo esto es que del frote nacen líneas. 
Eso es incuestionable.
Del frote de una mano con un lápiz, del cerebro contra la nada, de los tornillos contra el suelo.
De los frotes iracundos, de los frotes suaves, de los frotes pensados minuciosamente y de los que nacen de la casualidad y el albedrío.

Las líneas que nacen de los frotes crecen solas hasta hacerse mayores.
Y las miras a los ojos, con cariño.
Y ya puedes llamarla dibujo.

Con una lagrimita que recorre tu mejilla.
Con todo el orgullo del mundo...

sábado, 26 de diciembre de 2009

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XVIII



120) Porque con tanta lluvia imparable como está cayendo, de haber sido el mundo plano no se habrían montado las inundaciones que se han montado.

121) Porque por mucho movimiento esférico que se hacen con los brazos, y por muchos vestidos de volantes que inundan los bailes en la Feria, siempre se seguirán llamando sevi-llanas.

122) Hay trescientas sesenta y cinco razones que lo prueban, qué duda cabe, y también cinco personajes históricos que lo saben, o mejor dicho, que lo han sabido. 
Cinco personajes.
Esos cinco personajes conforman una sociedad secreta de la que sólo un periodista de Huelva y un ministro danés han tenido una breve constancia por escrito.
Cinco personajes unidos a través de los siglos respetándose y temiéndose a un tiempo por todos los datos impactantes que en su poder han obrado.
Cinco personajes que han hecho el bien y han hecho el mal indistintamente, pero que nunca bajo las más diabólicas sesiones de tortura a las que han sido sometidos revelaron ni una sola coma de esos insondables secretos planos.
Cinco personajes, sí.
Aristóteles, Mazinger Z, Caspar David Fiedrich, Maria Dolores de Cospedal y Guardiola. 
Cada uno, en su justa medida, hicieron del mundo un lugar más plano.

123) Porque la espátula VibroPower X300 tamaño king-size que se ofrece en la teletienda por solo 1.250 euros más gastos de envío y con el aceite slatan gratis, ¡es la bomba!

124) Que sí, Mari Puri, que sí, que ellos ya lo saben...que no, Mari Puri, que no, que no hace falta que vengas con la escoba...no, no, deja el cuchillo de cocina, Mari Puri...

125) Porque el mundo está lleno de pequeños recovecos que nos sirven para enfrentarnos a la realidad más cruel que se esconde en cada cotidianidad.
Por ejemplo: las canciones.
Nadie habrá reparado en ello, pero el mundo pop está lleno de referencias al mundo plano, como no podía ser menos.
Y, pensadlo, si el mundo fuese redondo, canciones como la de Tequila, la famosa "Salta" (salta, salta conmigo, yo digo salta) hubiese sido una clara y tenebrosa incitación al suicidio...
Salta...

126) Porque Giovanni Rana hizo la Pizza Calzone a imagen y semejanza de la Tierra.

viernes, 25 de diciembre de 2009

El coche a vapor V



Siempre llega un momento en la vida de uno en que esta acaba reducida a choques y encuentros
Aunque hay también una tercera categoría, los choques-encuentro, que son sin duda de lo más interesantes.

Hay choques cohetes y encuentros bomberos. Hay choques imprevistos y encuentros fortuitos, choques tremebundos o encuentros sutiles.
Comer puede ser choque o encuentro; leer, maquillarse, dormir, enfadarse o vender una participación de lotería.
Todo se reduce a lo mismo.

En la vida del coche a vapor todo funciona también de la misma manera: Rocas acolchadas que se hunden, encuentro patín, choque profundo que baja del cielo y nuevas amistades.

Y luego está él.
Aparece a ritmo de acordeón y se convierte en nuestro encuentro-choque preferido.
Sí, es él.
El coche de bomberos.
Con su escalera a lomos llena de esperanza, con sus ganas de isla desierta y barba crecida, con un universo a las espaldas que va desde un corazón borracho a un caracol que se colará irremediablemente en esa isla quién sabe si ya desierta.

El coche de bomberos, sí.
Un encuentro-choque de los que ya no quedan. 

jueves, 24 de diciembre de 2009

Mañana empiezo XXXXI (edición especial)



Un día es un día y dejo a las manos salir de su entorno habitual, pero que no se me acostumbren, que luego se envalentonan y no hay quien las controle.

Las manos abstemias es lo que tiene. Que solo piensan en la cama y en el mañana.
Ellas son así.
Dejémoslas en su bendita ignorancia y vayámonos lejos, donde no puedan vernos o al menos distinguirnos. 
Que si no nos saludan seguro, y es un rollo. 
Dejémoslas libres, sí, pero intentemos nosotros al menos sentirnos de la misma manera, allá en la distancia.

Esta noche es nochebuena, dice la canción, y lo será si la cosa no se tuerce, porque entonces esta noche será nochemala.

Lo que parece más seguro es que mañana será navidad. 
Eso va a ser difícilmente evitable a no ser que un flashfoward inmenso nos arrastre en su vórtice.
Y si mañana es navidad, abriré la bota yo, que María está ocupada, no sé dónde...

Salud pues.

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano (edición especial II)



Estamos de vacaciones y nada mejor que empezarlas con un libro.
Si además coincide que Paul Auster y Haruki Murakami tienen estrenos editoriales la cosa se pone interesante.
Por una cuestión más sentimental que literaria decido empezar por Murakami, por ese libro antiguo pero recién editado llamado "El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas".

Y no llevo ni cuatro páginas cuando me encuentro con este párrafo.
Como para no hacer una edición especial del mundo plano.
Estoy contigo, Haruki.
Una mesa de café.

"Decidamos, por ejemplo, que la Tierra no es un cuerpo esférico sino una enorme mesa de café. ¿Nos causa eso algún inconveniente en el plano de la vida cotidiana? Evidentemente, éste es un caso extremo y no se trata de ir cambiándolo todo a nuestro capricho. Sin embargo, la concepción arbitraria según la cual la Tierra es una enorme mesa de café eliminaría de un plumazo la infinidad de pequeños problemas -sin ir más lejos, la fuerza de la gravedad, las líneas de demarcación horaria o el ecuador, entre otras futilidades- derivados de la condición esférica del globo terráqueo. Porque, a una persona normal y corriente, ¿cuántas veces va a preocuparle a lo largo de su vida la línea del ecuador?
Por ese motivo intento, en la medida de lo posible, tomarme las cosas como me convienen. Lo que yo pienso es que el mundo está constituido de forma que contiene varias -o, para decirlo sin ambages, infinitas- posibilidades. Y la elección entre éstas reside, hasta cierto punto, en cada uno de los individuos que lo componen. Lo que llamamos "mundo" es una enorme mesa de café producto de un compendio de posibilidades."

Pájaros XXI (edición especial)





Al final he caído...
Me dije que no, pero claro. No hay más que encender la tele y ya la has liado.
Lo peor de todo no es eso.
Lo peor de todo es que no va a ser el último...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Lluvia



Aromas de lluvia.
Aromas de mar.
Aroma de la sal que se queda en la piel cuando atardece en la playa.
Olor de frío y viento metido entre los huesos.
Invierno.
El olor de la lluvia.
El aroma del vértigo, de la locura y la vorágine a manos llenas.
El aroma de una vela.
El olor de tu presencia en la distancia,
el olor de lo perdido y lo encontrado.
Lluvia.
El olor a tierra mojada de lágrimas y tiempo,
tu olor que invade mi alma en abrazo.
Aromas de té.
El aroma de quien entra y para el tiempo,
el aroma a medio vestir que se entrega y que se ofrece.
Aroma de lluvia.
Olor de mirada.
Lluvia.
El aroma de un sofá.
Olor de éxtasis.
Manos y pies entrecruzados entre libros.
El telecupón.
Palabras de tinta que a verdad huelen,
palabras no dichas que saben a silencio.
Palabras de lluvia.
La lluvia que huele a ti.
Aroma de aroma, olores de olas, miel de miradas.

Olor de lluvia,
aroma de lluvia.
Olor de ella.
Aroma de ti,
aroma de ella,
amor de ella,
amor de ti.
Amor de lluvia,
tu olor.
Amor de olor.
Amor dolor.

martes, 22 de diciembre de 2009

Pájaros XX









Es curioso como esta tira -hermana mayor de "Mañana empiezo"- coincide en el tiempo con la mitad de entradas, veinte, que la que estrenó este blog hará casi un año.
Cuarenta hizo "Mañana" el domingo, veinte alcanza "Pájaros" en el inicio de las vacaciones.

Y cuarenta y veinte que suman ochenta, yo me entiendo.

Arrancamos estas veinte (cuenta las veinte que las veinte son) con pájaros, mares, soledad, encuentros, inquietudes y problemas.
Lo mejor de los problemas no es que se pasan pronto (que también). Lo mejor de los problemas es que siempre nos queda la opción de solucionarlos a martillazos.

Yo, la verdad, soy un gran defensor de pegar martillazos -herencia de tantos cortometrajes de cine mudo-.
Defiendo el martillo siempre que el martillo sea grande, mejor si es de madera, y siempre que el golpe sea seco y contundente para que el chichón se vea convenientemente.

¡Qué grande es un martillazo!

También soy partidario de los besitos, eso es cierto.
Besitos y martillazos.
Besitos lentos que se detienen en el tiempo y martillazos secos que den más risa que daño.
Y así hasta que el mundo se detenga...

Hoy las historias de los pájaros navegan entre las flores que se marchitan con el tiempo, la amistad que acaba en almuerzo, entre las mentiras del amor y los martillazos cariñosos de las hadas madrina-pájaro.
De vez en cuando no viene mal que lo sacudan a uno. 
Quien dice metafóricamente, dice también de verdad, boto a bríos.

Un buen martillazo que se cure a besitos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Los collares de Elena (reflejos en un mar de engarces)











Estuve hace poco haciendo fotos para el blog de Elena, de las cositas hechas a mano que ella realiza (collares, broches, faldas, diademas y mil cosas más) y así darle imágenes para que pueda ir colgando -nunca mejor dicho- ese material que inunda los cajones de su casa.
 
No fueron muchas las fotos, así que tendré que pasarme algún que otro día para seguir documentando todo su material, pero aún así algo conseguimos registrar de colgantes, broches y faldas.

Aparte de las fotografías más convencionales (se trata de que se vea el material, qué duda cabe, y eso impone unas determinadas normas) me sumergí casi sin querer en los brillos, los colores y las texturas de esos pequeños tesoros artesanales que de su mano salen.

Jugando con la profundidad y el desenfoque, los collares se presentan como reflejos de un mar de engarces, extendidos y abiertos, soñando quizá con el roce de algún cuello femenino que los sustente con dignidad y ternura.
Se dejan llevar y se pierden, se muestran y se ofrecen, en un contundente baile de metal, cuero y piedras multicolores.

Hay sencillez y elegancia, innovación y armonía, juego, riesgo, olas y alegría.
Qué más se puede pedir.

Cosas mu bonitas, oiga.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mañana empiezo XXXX







No me cantes las cuarenta...

Muchas equis para tan poca enjundia, a fe mía. Cuatro casillas marcadas al devenir del tiempo como quien no quiere la cosa y conducidas inevitablemente a través de esos dibujos que todo lo llenan/vacían sin control.

Pito, pito, gorgorito, dónde vas tú tan bonito...

Y la verdad que uno no sabe dónde va, pero tampoco es que importe.
Y la verdad es que uno va dónde los dibujos le lleven, y los dibujos me llevan siempre por caminos inmensos de luz y asombro, de certezas e incógnitas y de momentos divertidos e intrascendentes.
Que mola, vamos.

Hoy tocan lunas que se apagan poco a poco, bombillas que aparte de luz nos dan facturas de aúpa, futuros que no importan y caminos que -no queda otro remedio- hay que recorrerlos juntos.

Hoy el domingo se acaba y los dibujos duermen.
¿Dónde vas tú tan bonito?
Con los dibujos, claro...

De apocalípticos y Snoopy



"Contrapunto contínuo a la congoja de los humanos, el perro Snoopy conduce a la última frontera metafísica de adaptación fracasada.
Snoopy sabe que es un perro; ayer era un perro; hoy es un perro y mañana será casi con toda seguridad un perro.
Para él, en la dialéctica optimista de de la sociedad opulenta que consiente ascensos, no existe esperanza de promoción.
A veces intenta el recurso de la humildad ("nosotros, los perros, somos tan humildes") y se une tiernamente a quien le promete estima y consideración.
Habitualmente, no obstante, no se acepta e intenta ser lo que no es; personalidad disociada, si las hubo, le agradaría ser un caimán, un canguro, un pingüino, una serpiente...intenta todos los caminos de la mixtificación y luego vuelve a la realidad, por pereza, por hambre, por sueño, por timidez, por claustrofobia (que le asalta cuando rastrea entre las hierbas altas), por dejadez.

Estará sosegado, nunca feliz..."

Umberto Eco
"De apocalípticos e integrados"

viernes, 18 de diciembre de 2009

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XVII



113) Por lo mismo que la televisión ha ido evolucionando de los monitores CRT de tubo catódico a las pantallas Plasma, LCD o Full HD. ¡Todas planas!
P.D. El hecho una vez más irrefutable de que ayer me comprase una tele plana de 42 pulgadas no hace si no ahondar en mi teoría.

114) Porque el padre de Dios (que se llamaba Alberto -en paz descanse-) le preguntó a un jovencísimo y casi analfabeto Dios si quería hacer la Tierra.
- "¡Oye, Dios, una cosilla!, ¿quieres hacer la Tierra?" -
A lo que Dios respondió:
- "Bueno, venga" -
Y cuando Alberto le preguntó si la haría redonda, como Inés (la prima segunda de Dios) hizo con Saturno, el bueno y casi analfabeto Dios respondió:
- "Antes sí, pero lla no"
Y su padre le dejó hacer la Tierra, sí, pero aquel verano lo mandó a recuperar gramática en vez de dejarle ir de vacaciones a Benidorm con la novia aquella que tenía.

115) Esa Soberbia Falacia Entre Ruines Ateos.

116) Porque yo creo en el amor por encima de todas las cosas, y aunque las palabras "redonda" y "plano" compartan con la palabra "amor" las mismas vocales, esas mismas vocales en "plano" conservan la misma posición a-o, cuando en "redonda" es inequívocamente o-a, y no mola tanto.

117) Porque lo poco que había curvo los fueron alisando los Papas (hay que reconocer que ahí Juan Pablo II hizo muy bien lo suyo) con sus besos al suelo.

118) Porque cuando fui al cine a ver Ágora yo estaba pensando en otras cosas...

119) Hay muchas razones. 
Eso lo sabéis. 
En esta modesta entrada intento hacer un compendio resumido de muchas de ellas, aunque hay más y tampoco hay que pasarse.
Pero sobre todo hay una.
Una que se resume en una sola palabra.
La primera razón que di eran dos (001.- Porque sí) pero con una sola palabra basta.
La palabra es la que sigue:

"NomecomaselcococonlaslocurasdesentonadasyanacrónicasdeunitalianodiabéticoquevaporahícomoPedroporsucasa"

jueves, 17 de diciembre de 2009

Un pájaro en el fin del mundo








No vuelven estos dibujos porque sí, porque nunca se fueron.
Me acompañan en las paradas de metro, en los descansos del trabajo, durante las reuniones, en los sueños de la siesta, mientras aguardo un bus que nunca cojo.

Dame todo
dame nada
peleando por una estrella
entre las flores
(un pájaro en el fin del mundo
que se posa en tus arcos)

Nada cuadra ni se necesita. 
El tiempo pasa que es lo que cuenta.
Nadie da nada, no hay ni peleas porque las estrellas están demasiado lejos y los pájaros del fin del mundo siguen allí, posándose donde primero pillan.

Los dibujos porque sí son de lo más agradecidos.
Ni protestan por su espacio furtivo ni reclaman más blanco que el que inunda su escenario.
Yo les dejo flotar, y ellos me devuelven historias.

Otro día las cuento.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

De bomberos XVIII



Llega el frío y los bomberos no saben qué hacer.
Se sienten inútiles de garrafón y tedio.
Así que les da por suspenderse en el aire, ellos que pueden.

Estando en el aire, los bomberos no conocen ni a su prima.
Les da por cambiar de siglo con la misma indulgencia con que pagan un recibo, y se apuntan a la cena de navidad sin ganas pero con sus secretas inventivas, cosidas por dentro en el forro de los bolsillos de esa chaqueta primorosa.

Cuando se trata de cantar fun fun fun los bomberos no tiene el arte suficiente, pero se dejarían arrastrar sin duda por la nieve en un trineo de plástico barato, sin importarles para nada los cardenales del mañana.

Estando en el aire los bomberos disfrutan del frío en los pies como quien se come una sopa antes de meterse entre dos sábanas.
Flotando en el aire mantienen sus sueños a veinte grados, y eso les da para poder repasarlos mañana, no se les vaya a haber escapado algo importante.

Llega el frío y está claro que los bomberos no saben qué hacer.
Malandrines bien avenidos como acostumbran, se dedicarán el invierno entero a encender oscuras pasiones que habrá que apagar, convenientemente, al llegar la primavera.

Vaya chasco, sí.

martes, 15 de diciembre de 2009

Pájaros XIX









Vuelven los pájaros, vuelven de nuevo, aunque uno no termina de saber si vuelven para posarse en la ventana o para seguir volando y perdiéndose en el horizonte.
Vuelven de nuevo con sus historias de desamor y poca vergüenza mezcladas con café con leche, panderetas y buganvillas varias.

Son así.

En las historias de hoy encontramos palmeras cohetes que hacen difícil la amistad verdadera, pájaros que leen el pensamiento a picotazos, la estupidez innata que tienen los viajes a más de 50 km hora (la velocidad máxima -todo el mundo lo sabe- a la que puede viajar el alma), o los jardines construidos de locura en busca de una reencarnación imposible.

Y ahora que lo pienso es cierto: siempre he sido más gusano que pájaro, bien distinto a lo que uno hubiera querido.

Pero está claro: no se puede tener todo.
Y a veces, hasta ni un poquito.
C'est la vie.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Viaje a Vietnam V















La vida en Vietnam pasa ineludiblemente por sus mercados.

Frutas, resfrescos de caña, especias, muebles, verduras, pescados, flores, telas, carnes, bebidas y demás, que conforman ese arcoiris de puestos que se abren al mundo.
Los olores que se mezclan con la tierra, los vendedores que se mezclan con los que miran, los que comen con los que compran, los que ríen con los que duermen.

Tiene algo esa vida en los mercados de vida a ras de suelo, de vivir agarrado a la tierra, y es curioso como tantas veces, al caminar entre ellos, al mirar y fotografiarlos, he tenido que bajar, he tenido que inclinarme
Me arrodillaba para estar entre iguales, me encogía para mezclarme en el bullicio pegado al suelo.

La comida en Vietnam es más de medio viaje. 
Y el mercado es su centro.
Variedad en sabores y color múltiple que dispara la imaginación del viajero ávido.
Miles de puestos de un Pho humeante y exquisito, los pescados vivos moviéndose apelotonados en inmensas palanganas, el bullicio de los vendedores que ríen al lado de los que duermen encogidos en una estrecha silla. 
La carne directa colgada de un gancho.
El olor del cilantro que se mezcla con la lluvia que está a punto de caer violenta y libre.

No hay horario fijo en un mercado vietnamita.
Se compra, se come, se duerme, se vende y se charla indistintamente desde el alba hasta bien metida la noche.

A ras de suelo el verde se potencia hasta lo infinito.
Hay mercados en Vietnam que nos abren sus inexistentes puertas.
Quién sabe si entrar es perderse, o perderse es no haber estado nunca, o que nunca sea un imposible anclado en el tiempo.
Compro un puñado de lichis, me olvido de la cámara, y me los voy comiendo saciando una sed furtiva mientras me pierdo mirando sin urgencias los rincones más oscuros del mercado nuevo que se abre otra vez a mis andanzas.

Como para no disfrutarlo...