domingo, 13 de diciembre de 2009

Mañana empiezo XXXIX








Y sin querer nos acercamos a las cuarenta...

A mí sí que me gustaría que todos los lápices del mundo estornudaran una lluvia de grafito, no puedo evitarlo, y soy también de los que ve el futuro siempre más allá, a lo lejos.
Cómo negar también que soy de esos que no va hacia ningún sitio, pero de mis sueños no, eso sí que no, no pienso hablaros en absoluto.

La mano va sin saber dónde, los lápices no estornudan pero nos dibujarían una tormenta de ideas y trazo, y no es que el futuro se haga más pequeño cada vez, simplemente es que es inalcanzable.

Los dibujos de esta tira se alargan en el tiempo buscando porqués que no tienen solución ninguna.
Yo no lo entiendo.
Pero a ellos les gusta.
Y yo acompaño.