No me cantes las cuarenta...
Muchas equis para tan poca enjundia, a fe mía. Cuatro casillas marcadas al devenir del tiempo como quien no quiere la cosa y conducidas inevitablemente a través de esos dibujos que todo lo llenan/vacían sin control.
Pito, pito, gorgorito, dónde vas tú tan bonito...
Y la verdad que uno no sabe dónde va, pero tampoco es que importe.
Y la verdad es que uno va dónde los dibujos le lleven, y los dibujos me llevan siempre por caminos inmensos de luz y asombro, de certezas e incógnitas y de momentos divertidos e intrascendentes.
Que mola, vamos.
Hoy tocan lunas que se apagan poco a poco, bombillas que aparte de luz nos dan facturas de aúpa, futuros que no importan y caminos que -no queda otro remedio- hay que recorrerlos juntos.
Hoy el domingo se acaba y los dibujos duermen.
¿Dónde vas tú tan bonito?
Con los dibujos, claro...