lunes, 31 de agosto de 2009

Plantando flores en el mar









A veces pienso en ponerme a dibujar como quien planta flores en el mar: sin demasiadas esperanzas de que agarren, pero con la ilusión del primer día.
El trazo, el tiempo detenido, una sonrisa entre un fondo de madera, los colores que se evaporan en las noches calurosas, la gaviotas que cruzan un cielo granate, acuarelas, noches luminosas y como siempre, un lápiz graso.
El tiempo detenido está hecho de muchos tiempos. Los dibujos son las flores y el papel ese mar cambiante que las acoge. Lo demás, como ya he dicho alguna vez, pertenece al terreno de los sueños.
O del dormir.

(y al fondo, la tele, dice que el verano se acaba...)