Historias no contadas responde fielmente a lo que su título propone. Y es a su vez reflejo de lo que ocurrió al hacerla.
Febrero de 2004, hace justo cinco años. Recién llegado a Melilla, leo en Internet que se convoca en Granada un concurso de cortos. El plazo termina en 14 días y yo no tengo ninguno que poder presentar. “Si tuviese uno lo mandaría” es lo primero que pienso, y después me digo “¿y por qué no…?”.
Así que como no tengo tiempo para hacer un corto decido hacer un corto que trate de uno que quiere hacer un corto pero que no tiene tiempo para hacerlo. ¿Me explico?
De ahí el título (que si lo pienso, es un poco “pirandello”). Se trata de contar las historias que si tuviese tiempo haría, lo que acaba por convertir a esas historias en contadas y no contadas al mismo tiempo.
Yo acabé mi trabajo en diez días y a Juanma solo le quedaron tres para componer la música, lo que todavía da más mérito a su trabajo. Fue muy muy divertido hacerlo, aunque las limitaciones y una excesiva poca vergüenza resulten ahora demasiado evidentes.
En Granada no nos premiaron, se pueden imaginar, pero todo hay que decirlo.
Este cortometraje estaba ya colgado en la red gracias a Ricardo, que con su blog Nerjapop no deja de promocionar a la gente que en Nerja hace cosas, ya sea música, plástica o audiovisual. En parte gracias a sus ánimos y consejos pude empezar esta aventura. Justo es reconocerlo.
El corto participó igualmente en la segunda edición de “Cortos de Vista” esa aventura de mostrar los trabajos audiovisuales que se hacen en Nerja, en la que algunos estamos involucrados. Una muestra que no para (yo me entiendo).
Es verdad, no puedo negarlo. Ahora tengo bastante más tiempo que aquellos catorce días de entonces, aunque nunca me dé lo bastante y me queje, y quiera más horas en el día. Pero las próximas historias las contaré. Con movimientos de cámara, con flash-back, con narración y con diálogos.
Poco a poco. Lo prometo.