“El coche a vapor se nos presenta como quien no quiere la cosa y se pone a definir el mundo a su manera, con muchos besitos y algún que otro martillazo. Y promete volver”
Siempre quise hacer una tira cómica animada. Era por un lado una idea atractiva y sugerente, y también casi la única oportunidad que tenía de afrontar un proyecto yo solo.
Es cierto que las propias características de mis diseños (sencillos, mínimal, como queráis llamarlos) hacen que pueda pensar en acabar un corto en un plazo razonable aún sin ayuda, pero el hacer historias dentro de historias y con un tiempo de duración corto facilitaba la tarea.
Personalmente no entiendo cómo no se apuesta más por esta opción en las televisiones (no por mis cortos, entiéndase, pero sí por tanto talento que no costaría tanto sacar a la luz), aunque tal y como está el panorama televisivo debe ser que es que es uno el que no entiende.
El coche a vapor responde un poco a todas mis inquietudes. Es muy sencillo y no pretende más de lo que enseña. Durante un par de años articulé unas ochenta definiciones en tres cortometrajes, de más o menos diez minutos cada uno. Era la mejor forma de poder presentarlo a festivales.
Para colgarlos en el blog he pensado que venía mejor un formato de menor duración, y haré nuevas compilaciones de esos tres o cuatro minutos que os decía antes. Realmente se ven mejor así (no cansan tanto) y encima me da más material para mostraros (yo y mi poca vergüenza, que no falte…).
No puedo dejar de escribir sin agradecer a Juanma la música que compuso especialmente para estas mini historias. Él ha compuesto prácticamente todas las bandas sonoras de mis cortos, pero éste es, para mi gusto, uno de sus trabajos más certeros.
El coche a vapor, no lo he dicho, nació como una tira cómica en papel hace ya la friolera de veinte años. Ha sido el “padre” de muchos de mis diseños posteriores. Ya sé, ya sé que a muchos os parece más un enchufe que un coche, pero eso, amigos míos, es otra historia…