domingo, 25 de abril de 2010

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XXXV



239) Porque Thomas Friedman es un conocido periodista estadounidense, famoso por su ley de los arcos dorados, donde al demostrar que nunca ha habido una guerra entre dos países que tengan McDonald's, infiere irrefutablemente que si todos los países tuvieran McDonald´s no habría guerras.
¿Pues cuál es el libro más vendido del amigo Thomas? The World is flat, qué duda cabe...

240) Porque todos los contrarios se atraen. Eso es de dominio público. 
¿Y por qué pensáis que una pelota lanzada al cielo no se quedaría tan a gusto flotando entre las nubes, mecida por el viento?
 ¿Por qué esa pelota no se pone a dar vueltas en elipse alrededor de una Tierra supuestamente esférica?
Pues por lo que os he dicho. Los contrarios se atraen, y lo redondo es atraído irremediablemente por lo plano.

241) Porque hasta el músculo Redondo Mayor es más parecido a un filete de ternera que a una albóndiga de carne picada, y eso que se encuentra en el sobaco, allá donde todos hacemos estas últimas...

242) Porque según su propia definición, la esfera es el sólido engendrado al girar una semicircunferencia alrededor de su diámetro. Y por mucho que el área de esa esfera fuese 4.3,14.radio al cuadrado, yo personalmente me niego a vivir en un engendro.

243) Porque la Meseta del Collao, también conocida como Meseta del Titicaca, es una extensa planicie y todo el mundo la llama el Altiplano, por la sencilla y única razón de que está un poquito más alta que el reto del plano.

244) Porque Raúl Planas y su conjunto Rumbavana han ido innumerables veces de gira haciendo sus conocidas versiones de Compay Segundo y también algún que otro tema propio.
En las largas noches de verbena y feria, mientras los viejos consumen el último chato de vino y los jóvenes corren a ocultarse tras los pinos en la oscuridad del verde huyendo de los farolillos, el bueno de Raúl sigue que te sigue toqueteando su guitarra.
Impertérrito.
Y con tal ímpetu lo hace, en un ritual ya interiorizado, que clava su talón en la tierra mientras la puntera de su pie se balancea hacia arriba y hacia abajo, marcando el ritmo de sus cumbias y guajiras mientras aplana un mundo que él sabe ya plano, pues por algo se apellida como se apellida, como bien le dijo una vez su abuela Hortensia, que en paz descanse.

245) Porque el mundo es plano aunque haya días en que se nos haga bola.