domingo, 9 de enero de 2011

Mañana empiezo LXXXVII







Hay domingos en que empezar mañana se llenan de pereza. Aunque no quede más remedio.
Hay domingos en que empezar mañana se torna especialmente difícil. Y no hablo de coger un lápiz.
Hay veces en que durante varios días se vive constantemente en hoy y el mañana no importa, así que cuando ese mañana de repente se presenta todo recio y serio y amenazante no puedes más que cerrar los ojos y pensar: Esta vez sí. Esta vez no que da más remedio. Esta vez, mañana empiezo.