La vida está llena de pequeños detalles:
Mimetizarse con arcoiris, dejarse engullir por ranas, asfixiarse con un cinturón, descubrir los misterios de las profundidades o comer hasta llegar al postre.
Son esos pequeños detalles (el color, el misterio) lo que nos atrapa y no nos suelta.
El coche a vapor ante todo esto parece impasible, pero no.
El muy bribón se conmueve por dentro.
Por dentro de las ranas, se entiende.