domingo, 23 de enero de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (III)


015) Porque Christopher Lambert no sabía de matemáticas y aun así pasó lo que pasó:
Estudió en Conneticut hasta los quince años y después se metió a actor. Ni siquiera eso le salió bien. Pero Herbert Bucowitz, su profesor de "Matemáticas aplicadas a la trigonometría en contraposición con el álgebra euclídea" de 1º de la E.S.O. todavía recuerda como en el año 82 le puso un problema de lo más simple sobre derivadas compuestas de permutaciones inversas y el bueno de Christopher se puso a contar con los dedos. Para castigarlo por su ineficacia lo sacó a la pizarra y le preguntó, delante de toda la clase: "¿Uno más uno?" Y el hijo de Lambert, aquel bonachón carpintero de Iowa ofreció la que hasta el día de hoy ha sido la única respuesta coherente que ha dado en su carrera (si exceptuamos, claro, cuando aceptó el papel protagonista de "Resurrección"). Christopher dijo: "Depende"
Años más tarde, para vengar aquella afrenta, él le preguntó lo mismo a Sean Connery.
Oye, Sean, ¿cuántos son uno más uno?
No sé, pero solo puede quedar uno...respondió el escocés pendenciero...

016) Porque uno más uno son unouno.

017) Porque un moco y otro moco suman un moco más grande, no dos, y forman de hecho una pelotilla lanzable hasta el infinito y más allá, después claro de ser masajeada convenientemente entre dos dedos (o en su defecto ayudados con la tela de un pantalón vaquero) que la seque hasta alcanzar la textura y sequedad adecuadas.
Dos mocos (de los lados izquierdo y derecho de la nariz) acaban siendo una pelotilla lanzada al aire.

018) Porque UNO al revés es la ONU, y no hace falta sumarle nada, que con la que hay todo es ya de por sí bastante inútil.

019) Porque una mano más una mano suman un buen saludo, recio y clásico donde los haya. Siempre claro que la mano no sea la misma (derecha/derecha o izquierda/izquierda) ya que entonces no podrán ser estrechadas como marcan los cánones y tendremos que conformarnos con un saludito típico de jugadores de baloncesto, y que no suman dos ni de coña.

020) Porque un Laurence Oliver y un Michael Caine suman una peli cojonuda.

021) Porque uno rima con folluno. Y uno más uno también.