De sueños y anhelos están las tiras llenas...
Ahora parece que los lápices se rebelan y necesitan frotarse con paredes, parece que la otra mano se enfada y mira de frente a la vagancia, y parece que los sueños nos traen los ecos de otras épocas más llenas, más acompañadas.
Debe ser por eso, supongo, que la juventud, como esta tira, no va a ningún sitio.
Pero tampoco es que lo pretenda...