274) Porque en un telediario todo es plano: Las noticias son planas, la mesa de mentira donde apenas si se apoyan es plana, los periodistas (¡y qué me decís de las periodistas!) son planas, los papeles donde no leen las noticias aunque los muevan compulsivamente son planos, el telepropter es plano, y nuestro corazón, cuando el telediario acaba, no es que sea plano, es que está por los suelos...
275) Porque los extraterrestres que nos visitan ya están alerta, pues conocen la presencia de gente tan sagaz como Mulder, Leire Pajín o Iker Jiménez, así que intentan pasar todo lo desapercibidos que pueden, de manera que se camuflan en "platillos" volantes, en vez de venir en naves más confortables...
276) Porque Ubbe Iwwerks coincidió en Kansas City con otro dibujante, un tal Walt Disney.
Intentaron montar una empresa juntos y les fue rematadamente mal.
Después de aquello Disney se fue a Hollywood y el bueno de Ubbe se quedó vendiendo bolas de helado, perfectamente redondas, con o sin cucurucho.
La analogía empresarial entre cómo le fue a uno con la animación 2D y el negocio de las dichosas bolas es más que evidente...
Menos mal que Walt, antes de que lo congelaran, lo mandó llamar y le dijo: ¡Hagamos un corto!
277) Ríome Entre Dientes Oh Necios Disconformes
278) Porque la película de acetato fue usada como sustituta de la de nitrato de celulosa, menos estable, y también se utilizó como base de la cinta magnética, antes del advenimiento de la película de poliéster.
¡Ah, si todos fuésemos igual de planos y estables, otro gallo de acetato nos cantaría!
279) Porque impagable fue la risa de Kofi Cuagano, viejo constructor de pinazas ghanés, que acabó sus días en un minúsculo astillero de Mopti.
Impagable fue su risa cuando tras toda su vida construyendo balsas y barcazas vio aquel reportaje de la televisión belga sobre ese loco francés del gorro naranja llamado Jaques Cousteau y su batiscafo amarillo.
¡Estos franceses están locos! Pensó nuestro Obélix subsahariano...
280) Porque no es que seamos plano -que lo somos-. Es que cada día que pasa somos más planos, y eso es peor. Ser plano está bien, ser cada vez más plano ya es pasarse.
Ahora nuestra única lucha como seres inteligentes y astrofísicos que somos, independientes del poder establecido, es reconocer que aún siendo planos no queremos y no vamos a permitir que nos planchen, que nos doblen, y que nos guarden en un cajón.
No.
Por ahí no pasamos.