En lo más profundo de un bosque los sueños se hacen densos y caminan torpes tropezando con los zarzales salvajes de pinchos y pesadillas.
La luz se vuelve recoveco y la oscuridad, una vez más, se adueña de todo.
En lo más profundo de un bosque la fotografía se deshace para encontrar vidrieras y tramas y estigmas y aire denso en sus esquinas.
Y la oscuridad, de nuevo, hace del lunes su reino.