lunes, 30 de noviembre de 2009

Viaje a India V



No es exactamente la vagancia (bueno, un poco sí...) la que me ha llevado a colgar sólo una fotografía en mis dos últimas entradas de esta categoría (si me habéis seguido sabéis que me gusta subir entre cinco y siete, que si no la cosa sabe a poco).

En este caso es más bien -o al menos eso me gustaría pensar a mí- una coincidencia, que se ha dado porque son dos imágenes que me gustan especialmente (la anterior era la del agujero y la playa), a las que les tengo un cariño distinto.
También puede ser que no forman parte tanto de un conjunto o una serie, y que se disfrutan más así solas, individualmente.

En este caso la vaca en cuestión estaba en Rishikesh, donde las únicas tomas que realicé fueron los retratos de gente en la calle. 
Aun así iba andando a orillas del Ganges me encontré con esta estampa.
Y claro.
Puede que la imagen tenga bastante de postal y de impostura, pero os aseguro que allí estaba ella, la vaca, tan señorial, tan tranquila, tan melancólica y tan campante como muestra la fotografía.

Tiene India, el país entero -de algún modo- ese aire profundo, contundente y aposentado que muestra su animal sagrado por antonomasia.
Y el tiempo que transcurre lento...
Un Ashram al fondo, el Ganges que todo lo cruza, un instante igual al instante pasado y al instante presente...

Así fue aquel viaje, sí.
Como una simple imagen...

viernes, 27 de noviembre de 2009

Pediste quietud



Pediste quietud y no lo entendí.
"No llames, no me busques" pediste.

Flores en un jardín,
miradas escondidas.

No llamé, no te busqué y estuve quieto.
Miraba el mar
tranquilo en la ribera.

Tuviste quietud y no lo entendiste.
Esperaste mis ojos,
tras la calle mi voz
detrás en la distancia.

Y así transcurrió la vida .

Otros amores llegaron,
nunca entendidos,
siempre pensados,
nunca esperados.

jueves, 26 de noviembre de 2009

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XIV



092) Porque el esquemita de acá arriba es preciosísimo...

093) Porque Peter Kelly, ayudante del laboratorio intergaláctico de Liborio García, lleva 23 años ininterrumpidos trabajando con fontanero raso de la base, a pesar de tener estudios, y hace cuatro que debería haber llegado ya su relevo.
Pero ni de coña.
Él espera compungido, mirando desde la ridícula ventana de la estación espacial, observando melancólico la luna -tan redonda- y la tierra -tan plana-.
¿A qué no os lo imaginabais, eh?
La tierra es plana, sí que sí, pero la luna, que joputa, ¡es redonda!

094) Perdonando Las Abiertamente Necias Obviedades.

095) Porque si no, no habría manera de esconder el polvo de debajo de las alfombras*
*Dos incisos.
Inciso 1: El polvo no es que lo escondamos nosotros, es que se esconde solito el muy burlón.
(Fin del Inciso 1).
Inciso 2: El polvo se podrá esconder en todas las alfombras del resto del mundo (plano) no en las mías.
(Fin de Inciso 2).

096) Porque todos los balones de Nivea que Dios se encarga de tirar a la orilla del mar los veranos, yo me preocupo de recogerlos.
Si, todos, sí.
Uno a uno.

097) Porque si no, de qué iba a estar dedicando yo, el ímprobo esfuerzo que es estar semana tras semanas ofreciendo razones, cuando podría estar tumbado en una cama tan plana como el mundo...

098) Porque no hay ni nunca hubo nada en este mundo que un albañil de Cáceres y una buena espátula no puedan arreglar.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Bartolomé concretando















Ya como quien dice he terminado mi nuevo cortometraje, a la espera de pulir pequeños detalles de tiempos, montaje y sonido, y definitivamente se llamará "Bartolomé concretando".

Transcurre en el metro, con mucho multiplano y una voz en off que nos acompaña, y...hasta aquí puedo leer.
Es difícil calcular cuánto me ha llevado terminarlo, pues uno va haciendo las cosas -sobre todo al principio- de un modo bastante caótico y deslavazado, con ideas que se rechazan y se retoman y se vuelven a rechazar, hasta que Cortos de Vista llama a tu puerta, y entonces decides que o te pones en serio o no hay manera.
El último mes y medio ha terminado siendo de un trabajo bastante intensivo (compaginado con las clases, con el blog y con los quehaceres cotidianos, claro) al que ahora se le pone punto y final, a la espera de una última relectura, que posiblemente será la penúltima.

En este punto es muy difícil -por no decir imposible- afirmar si el corto me gusta o no, si me parece mejor o peor que otros, si tiene más o menos vergüenza, y poder situarlo en su justa medida.
Será necesario el paso de unos cuantos días para que un ligero distanciamiento me permita enfrentarme a él con algo más de objetividad. 

Sí que puedo decir que como todos los que he hecho hasta ahora lo he disfrutado (me gusta dibujar y aunque poco siempre se dibuja bastante), y que me he abierto a un mundo que a partir de ahora espero -con más tiempo, con más dedicación y esfuerzo- que pueda sacarle el máximo provecho.
Son variados los proyectos que bucean en mi cabeza, y como ya he comentado en alguna ocasión, este corto me ha permitido experimentar soluciones que tengo la intención de desarrollar en futuros trabajos.

Soy bastante consciente de que una historia de animación, para hacerla bien, requiere un tiempo, una dedicación (unas habilidades técnicas) y un esfuerzo que definitivamente no tengo, pero las ganas de contar, de experimentar y de tirar para delante pueden con todo.

En este caso sigue siendo más una historia con dibujos que un cortometraje de animación, pero es que cómo hacerlo si no.
Al final lo he simplificado bastante -no me quedaba otra- y poco le faltará para llegar a los cuatro minutos. 
No es mal tiempo.

Ahora dejo descansar a Bartolomé en el metro, mientras concreta o no concreta, para retomarlo mañana con unos ojos descansados que me dejen ver el bosque.

Esperemos que haya hojas...

martes, 24 de noviembre de 2009

Lo bueno si bre II




Semana de clásicos.
Ayer una fotografía que me gusta, hoy una idea que siempre me acompaña.

Ahora que lo pienso, bien que debería haber abierto precisamente esta tira la sección de "Lo bueno si bre", que la antigüedad es un grado, pero aquí está igualmente.

Y ahora que lo pienso también, esta tira trasciende incluso la propia etiqueta, y la podría haber incluido (o sumado) como "historieta", como "texto", como "cortometraje" (de hecho lo es) y -vete tú a saber- como "lo peor de mi vida" (no, eso no).

Y es que es verdad, aunque no me guste nada reconocerlo:
Soy un capullo. El peor capullo de la historia.
Pero mañana seré un jardín...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Le voyeur


Hay un chiste tan malo como significativo, a modo de frase lapidaria, y que dice aquello de que "la Coca-cola no engorda, el que engorda eres tú".
Pues eso.
Que a mí me pasa igual.
No sé cuántos años diciendo que para fotografiar lo importante es la mirada, que lo más importante es saber mirar, cuando resulta que la fotografía no es la que mira, el que mira es uno.

Porque al final es eso. 
Tras el escudo del pequeño visor del cuerpo de cámara nos parapetamos, miramos y gozamos. 
Es ese pequeño agujero por el que nos dedicamos a mirar la vida, nos dedicamos a mirar las cosas que permanecen tan cerca de la emulsión plata y de los ojos, y tan irremediablemente lejos de nuestras manos y nuestras ganas.
Ese pequeño mirón que todos llevamos colgado en el ojo patio de nuestro bloque, tan cercano y enigmático a un tiempo.

Quizá por eso le tengo un cariño especial a esta fotografía y quizá por eso la muestro hoy sola, sin más acompañamiento que estas palabras.
Está realizada en la bajada a la playa de Salón, en el mismo corazón de Nerja.
Una pequeña ventana abierta al mundo. una sombrilla de playa, una mañana cualquiera, alguien que pasea buscando conchas, el sol y la arena, alguien que descansa, la cal que frena los impulsos.
Una historia tras la historia, una ventana tras el espejo, una mirada tras la mirada que es la misma.
Una fotografía que se abre al mundo, o que al menos en su ingenuidad lo intenta.

La mirada que todo lo puede, la fotografía que es mirada, la mirada que es uno, uno que nunca sabe.
Y lo que a partir de ahora diré siempre: La fotografía no engorda, el que engorda eres tú.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Mañana empiezo XXXVIII







Tienes toda la razón del mudo, oh lápiz sabio. 
No he usado la goma en "Mañana empiezo" como tampoco he usado mucho el lápiz, ni a ti ni a tus primos, todo sea dicho.
Lo que haya podido usar o no (poca vergüenza, repetición, Control+C y Control+V) me reencuentra cada domingo con mis fantasmas más íntimos.
Y algo queda.

En espera de próximos puentes y descanso, hoy se cae la cabecera, el lápiz no se rasca, la mano canta Bob Marley y las tiras se llenan de referencias a poesías y series de televisión, todo muy batiburrillo, es la costumbre.

Menos mal que nos queda Portugal y contra la ausencia de la goma la más sofisticada tecnología nos ofrece el Inicio / Apagar equipo.

Y a dibujar de verdad...

P.D. Cómo es esto del dibujo. Es la fotografía la que está llena de "descubrimientos" tras la toma fotográfica. Elementos que aparecen en la imagen aunque no hubiésemos sido conscientes de su presencia durante el disparo (de Blow Up a Iker Jiménez, qué os voy a contar que no sepáis...).
El caso es que en la tira que la mano vaga canta "No woman, no cry", la otra, en mi dibujo original le respondía "No hand, no draw". Ahora, casi de casualidad, al releer la tira compruebo que que dice "No hand, no dry" y no sé cómo ha sido posible.
Por absurdo os lo cuento, como absurdo lo dejo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XIII



085) Por el mensaje interno que de un modo evidentísimo se esconde en las iniciales de REDONDA:
Redomada Estupidez Dedicada Obviamente a Negar Determinadas Absurdeces.

086) Porque estoy en contra de La Ley de la Gravedad (como "Los Planetas")

087) Porque en mi teléfono fijo recibo continuamente llamadas desde lo que aparece como "número privado" que yo por supuesto no contesto.
La razón más plausible de estas llamadas es que me estoy acercando peligrosamente a las verdades del universo y o bien a) las agencias internacionales con sus fornidos y guapetones agentes solteros van tras de mí queriendo con quién sabe qué oscuras artimañas hacerme callar o b) Los espías no tan resultones infiltrados, que trabajan en realidad para las potencias extranjeras por poco más que un arroz con leche, quieren hacerse mis amigos, que les invite a té (no tienen para pagar ellos) y contarme todas las maquinaciones orquestadas contra mí.
Pero no, yo no descuelgo...

088) Porque la tierra es plana: PLAN A, y Dios es tan "podotodoroso" que no se concibe que pudiese tener un PLAN B, y menos uno tan cutre y poco glamuroso como hacer la tierra redonda...

089) Mi vecina Maripuri se acaba de asomar por la ventana. Su sola presencia, una sola de sus miradas bien vale que no le lleve la contraria.

090) Por culpa de Michael Ironside (I):
Michael Ironside nunca ha trabajado en ningún telefilm al respecto, y conociendo lo prolífico y poco exigente de su filmografía, si la tierra fuese redonda, su anguloso e impenetrable rostro ya nos lo habría hecho saber antes.

091) Por culpa de Michael Ironside (II):
Porque solo hay que fijarse en la cara de Michael Ironside para darse cuenta de que la tierra es plana.
¿Os habéis fijado en la cara de mala leche que tiene?, ¿son las almorranas?, ¡¡No!!, es la tierra, que de tan plana le asfixia. Ay, pobre Michael...

jueves, 19 de noviembre de 2009

De bomberos XVI



Hoy andaban de juegos, peleas, chantajes y mosqueo.
Los bomberos y la vida, la vida y los bomberos.

A pesar de todos los piques, los bomberos nunca le dan a espalda a la vida.
Ellos, tan tan dignos como si llevasen una chaqueta rosa de H&M, si acaso no le muestran a la vida su rostro tal y como es, porque les pasa un no sé qué por el cuerpo que prefieren mirar las flores de la terraza (que si un pétalo, que si la tierra aplastada).
La vida se enfada pero nada dice.

En el antiguo Egipto de los faraones no había bomberos, eso todo el mundo lo sabe.
Y así están ahora ellos, revolviéndose en sus sarcófagos, enterrados en arena y oro tras las piedras de unas pirámides grotescas, pensando en lo mal que lo hicieron, en que podían haber sido ellos quienes inventaran a los bomberos, y que se les pasó por no haber leído el Teleprograma a tiempo.
Y eso los bomberos lo usan de ejemplo.
Todo el tiempo.

A pesar de todo los bomberos no le dan la espalda a la vida.
Los bomberos saltan, se ríen, mienten o hacen derivadas de cara a su propio reflejo.
La vida no les ve -tan rápidos, tan astutos- y se mosquea un poco hasta la hora de las pastas.

Hoy ha venido Félix, con la llave inglesa que se había perdido, y la vida estaba de un humor de perros.

Los bomberos se andaban riendo a mandíbula flotante.
Menos mal que aunque no le den la espalda, los bomberos sí que les esconden el rostro.
Al final no ha llovido y todos tan contentos.
Las flores del jardín protestaron un poco hasta la llegada de la avispa.
Los bomberos han terminado la afrenta mirando cara cara a la vida y esta les ha devuelto el favor llamando a la luna, alquilando una peli y poniendo dos euros para las pipas. Como siempre nadie fue a comprarlas.

Hoy andaban de juegos, peleas, chantajes y mosqueo.
Los bomberos y la vida, la vida y los bomberos.
Pero no ha durado ná...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Pan con pan, dibujo de tontos








Descansar del dibujo dibujando no debería ser una opción. 
Pues ha sido.
Descansar es olvidarte y evadirte, desconectar y reciclarte, dejarte llevar y no acordarte. 
Pero no he sido capaz...

Estoy en estos días ultimando mi nuevo corto, donde se vuelven a compaginar dibujos y poca vergüenza, y aunque me siga empeñando en hacer "cortos con dibujos" más que "animación" propiamente dicha, al final algo de dibujos hay, no es tamaña la desvergüenza.

Por eso en los tiempos muertos de relax y desconexión debería ver una serie, leer un libro o simplemente descansar, pero no puedo. 
Cojo el lápiz óptico, enciendo el ordenador y mi cabeza vuela alrededor del trazo.
Ya he dicho en más de una ocasión que dibujar directamente con la tableta gráfica te da mucha libertad, y al menos, aunque siga siendo erre que erre, te entretiene igualmente.

Dibujar para descansar del dibujo es definitivamente, pese a todas las salvedades, un poco insensato.
Dibujar sobre dibujos es como aquello del pan con pan, que tanto nos gustaba.

Lo malo, me temo, es que ya he descansado lo suficiente.
Ahora, vuelta al dibujo...

martes, 17 de noviembre de 2009

Cielo sobre Berlín (Cines Alphaville)



"Cuando el niño era niño caminaba relajado. Quería que el arroyo fuera río. Que el río fuera torrente y que este charco fuera el mar. Cuando el niño era niño no sabía que era niño. Para él todo era divertido y las almas eran una. Cuando el niño era niño no tenía opciones ni costumbres. Se sentaba en cuclillas y se escabullía de su sitio. Tenía un remolino y no ponía caras raras cuando le fotografiaban..."

Cuando el niño era niño...
Aún resuena en mi memoria esa voz en off del ángel Damiel en el preludio narrado de esta cinta mágica, triste, poética y melancólica que es "Cielo sobre Berlín".
Hace cinco años que no la he vuelto a ver (yo me entiendo) pero desde finales de los ochenta, cuando tuve la oportunidad de verla en versión original, en los Alphaville, han sido bastantes las veces que he vuelto sobre ella, para dejarme contagiar una vez más de ese aroma húmedo, volátil, profundo y misterioso de los cielos de la capital alemana.
Uno ve el comienzo "cuando el niño era niño" y no puede parar, no puede dejar de verla hasta el final...

Yo estudiaba en Granada; se había colado -ya para siempre- el cine en mis días, y entre las proyecciones del cine club universitario y mis escapadas a Madrid se iban completando mis forzosas carencias. 
Hacía frío (como casi todas las proyecciones que recuerdo de Madrid) pero no demasiado. Cine en sábado a primera sesión, para evitar multitudes.
Una sala toda roja, oscura y acogedora, que con música lenta acompaña los momentos anteriores a la oscuridad y la magia.
Poca gente y silencio sepulcral. Son sin duda los Alphaville unos cines con mucho encanto, con mucho respeto en sus esquinas. 
El resto de la ceremonia y ritual le corresponde a uno: Llegar con al menos diez minutos de antelación, buscar un sitio centrado y cercano (fila cuarta, quizá quinta en esos cines) limpiar las gafas con esmero para evitar reflejos, quitar el reloj (en esa época donde los móviles eran un sueño) de la muñeca izquierda para colocarlo en el interior del bolsillo derecho, cruzar las piernas para inmediatamente volverlas a descruzar...y así consecutivamente...

Todo lo demás que puedo contar pertenece al terreno de lo inexplicable: Ángeles que se caen del cielo para volverse humanos de sangre y dudas, pensamientos que se cruzan en una estación del metro, los niños que todo lo saben, Nick Cave decidiendo si nos hablará o no de esa chica, Cassiel que refleja y me ofrece las más íntimas de mis inseguridades, el amor y el circo en un descampado con una terrible historia a sus espaldas...
Y así hasta el infinito.
Inabarcable, triste y sobrecogedora.

Los ángeles del blanco y negro llevan gabán y el pelo recogido.
Una vez cantaban los "Mártires del Compás"eso de "...quiere y no puede, lo sabe y llora".
Así son los ángeles: quieren, sí, pero no pueden.

La carne está siempre lejos en "Cielo sobre Berlín". Está Peter Falk haciendo de Peter Falk y dando la mano al aire. Está la coraza que todos llevamos a cuestas sin saber, y estamos todos nosotros como espejo de ese otro mundo que seguimos siendo nosotros mismos.

Hay un fundido en negro, los títulos de crédito aparecen pero la película no acaba. Sale a Madrid contigo, se cuela en los bares entre los pensamientos que no escuchas de la gente y se acuesta contigo justo antes de que empieces a soñar en blanco y negro.
La película no acaba ni al día siguiente, ni a los dos meses ni a los cinco años. Está ahí, en algún rincón salido de la moqueta y la barra de bar que acogen a Damiel mientras espera a la trapecista de sus sueños.

La película no acaba, no, y te topas con ella -y con Cassiel- en el año 94, bajo el título de "Tan lejos, tan cerca", que no es sino una inmensa excusa para el mayor de los reencuentros.
El de los dos ángeles y el de nosotros con ellos.

Hoy recordándola me he vuelto a reencontrar yo con ella.
Me he reencontrado con la calle Martín de los Heros, con el empedrado mojado y el anochecer que se colaba en mis pasos de vuelta a casa.
Hoy recordándola se ha vuelto a colar en el preludio de mis sueños.
Y como puedo elegir me quedo con la estremecedora canción "From her to eternity" que Nick Cave interpreta en la película.



Que las sombras de Cassiel os acompañen hasta bien entrada la madrugada.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Viaje a Malí VIII















Se van acercando las diez entregas por viaje que me prometí a mí mismo para no resultar pesado.

Aún así siguen apareciendo determinadas imágenes sobre las que misteriosamente no te habías detenido demasiado y que ahora se te presentan sugerentes y llenas del aroma de aquellos días.
Caras que se cruzaron en tu camino, paisajes, estampas, miradas y demás.

Otra cosa más a agradecer a este blog, que me permite volver la vista hacia unas fotografías que quizá el paso del tiempo habría terminado condenando al último rincón de la carpeta de un disco duro.

Siempre digo -y me repito- que me encanta la posibilidad de revisitar estas imágenes porque supone un reencontrarse con aquellos días, aquellas casas y aquellos lugares.
El aroma indescriptible capturado en un sensor CMOS (dejamos la emulsión de plata, ay) y que nos transporta a un pasado escondido en un sesentavo de segundo.

Malí tiene ese poder
Tiene olor a tierra y al tiempo que no despega.
Malí tiene en su pasado reflejos de mis horas presentes.
Hoy se dan la mano las dos, y yo las observo embobado.
Y me dejo llevar...

domingo, 15 de noviembre de 2009

Mañana empiezo XXXVII







En el fondo no le echo cuentas.
Podría, podría, podría...

Me río de mí mismo, y es verdad que si tengo algo es poca vergüenza, pero es que llevo toda la santa semana dibujando y claro, llegar al domingo con la obligación de no dibujar y esperar a "mañana" me toca un poco las rodillas.

Pero no le echo cuentas...
Yo me entiendo.

Un folio en blanco, las dos manos que hablan de sus cosas, el tiempo que pasa, los sueños en blanco, el flexo y el enchufe.
Por cierto, yo sí que veo el enchufe from here.

Así que off...

sábado, 14 de noviembre de 2009

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XII


078)En sólo dos palabras: Plan E.

079) Porque la Tierra siempre ha tenido diagnosticada la tensión más bien baja. 
La última vez que el doctor López, después de haber hecho una continuada de treinta y seis horas sin dormir enlazando guardias y turnos, le tomó la tensión a la Tierra después del desayuno, ésta apenas marcaba 9 / 6.
¿Lo estáis pensando, no? Pues sí, el diagnóstico es correcto: la tensión de la Tierra, por los suelos...

080) Porque Galileo empieza por G de Gilipollas.

081) Hijo mío, you see Córdoba from here... 
(esta razón necesitaría algo más de desarrollo, pero os pido que la asumáis igualmente. La clave está en entroncarla con la famosísima frase "Oh father, What's so far, Cordoba or the Moon...?")

082) Porque cuando viajas en avión, miras por la ventanilla y no se te ocurren otras posibilidades. Nunca.

083) Per sé.

084) Porque Dios fue a contratar a un albañil para que le hiciera la Tierra. Él tenía resaca y no le apetecía un pimiento. 
La cosa es que era lunes y sólo encontró extraterrestres inmigrantes sin papeles, buscándose la vida en los alrededores del Paraíso. Temiendo una inspección de trabajo, con el papeleo que ello conlleva, decidió que la Tierra la haría él mismo.
Con una espátula vieja que encontró tras una nube, y con una maldita resaca -nunca mejor dicho- del demonio, se dispuso a hacer la Tierra.
Nunca se le pasó por la cabeza hacerla esférica porque había que medir, y él no estaba para gaitas.
Intentó que fuese recta, pero tampoco pudo. 
Le salió plana y a Dios gracias...

viernes, 13 de noviembre de 2009

Escancito



Escancito.
Una botella que escancia, la sidra que cae y llega al borde del vaso: algo cae fuera, algo queda dentro. 
Como la vida misma.

Escancito, o la vida es cruel.
Escancito, la mascota refusé.

Escancito vive en un cajón, olvidado del mundo, triste porque presiente que estuvo a punto de ser adorado por multitudes, alabado por tratados de semiótica, encumbrado por la élite intelectual de este país, generador de incalculables beneficios derivados del merchandising

Triste, sí, rematadamente triste porque nuestro pirandello no acabó así.
Vive en el olvido.
En la oscuridad de un cajón, aplastado entre dos folios: un poema mediocre y una factura de Fotocasión.

Escancito nació de un portaminas de grafito 0,5, a finales de la década de los noventa.
Escancito fue la propuesta que un joven, valiente y rompedor dibujante presentó a un concurso de mascotas.
Aunque no gano.
Incomprensiblemente.
Aún hoy, nadie se lo explica.
Cualquiera que haya visto  a Escancito y le pidan que imagine una mascota para Asturias ya no podrá inventar nada mejor.

Escancito.

El concurso fue convocado por la Comunidad Autónoma de Asturias en el año 1999. Querían introducir al Principado en la modernidad, a las puertas del siglo XXI, y se lanzaron a buscar esa figura que aunara los miles de años de tradición, de historia viva, con el carácter abierto e integrador de los asturianos.
Y un toque cool.
Una mascota emblemática, con pose gallarda y ecos de batalla y resistencia en sus líneas. Una figura indeleble, que emanase perdurabilidad, recogimiento, exaltación y mística.
Y con la que te echaras unas risas.
La energía, la historia, los paisajes, la personalidad, el mar que ruge, el cielo que calma.
Y que venda camisetas.

Y allí estaba Escancito.
Una botella que escancia, la sidra que cae y llega al borde del vaso: algo cae fuera, algo queda dentro
Como la vida misma.
Unos ojos de lo más sencillo, una boca que sonríe (¡alegría, alegría!), unos brazos en pose de baile y las piernas que guardan el peligroso equilibrio que da el achispamiento.
¿Quién puede pedir más?

Pues aún así fue rechazado.
Para cualquier espectador hábil y de-mente abierta, las posibilidades de Escancito como mascota oficial del Principado de Asturias serían ilimitadas (de hecho lo son) pero no ocurrió así en el fallo -nunca mejor dicho- del concurso convocado.

La secuencia de acontecimientos que conformaron tamaña ignominia no ha podido ser más catastrófica.
Menos mal que el mundo es sabio, y hace que nos recuperemos hasta de los palos más duros que nos da la vida.
Y sí, el pueblo asturiano, a pesar de semejante error, tira para delante. 
Sigue viviendo, en muchos casos completamente ajeno a lo que pudo haber sido su despegue internacional, que hubiera llevado, quién sabe, a la organización de unas olimpiadas, o cuando menos a ofrecer el atún en lata a 2x1 en los supermercados Covirán.
 
Quién le iba a decir a Vicente Álvarez Areces, cuando el 22 de junio de 1999 fue nombrado Presidente del Principado de Asturias, que cuarenta y tres días después de su investidura iba a tener entre las manos, personalmente, el papel que podría cambiar la historia de un pueblo entero.

Escancito, sí, fue él.
Escancito sí, te tuvo entre sus manos y te dejó pasar.
¿Estrés, prisas, confabulación, despiste?
No lo sabremos nunca, Escancito.

A algunos nos basta con verte sonreír mientras escancias tu sidra.
A algunos nos es suficiente con ver cómo bailas feliz mientras tu rico brebaje de madera y manzana choca contra el vidrio y se convierte en oro.
A algunos como yo nos encanta quererte como eres, y te apoyaremos incluso si alguna vez te ves obligado a ir a Alcohólicos anónimos.

Nunca nos avergonzaremos de ti, Escancito.
Nos haces feliz, aunque la vida sea cruel.
Te mereces algo más que un cajón, y estoy dispuesto a dártelo.
Desde mañana mismo te cuelgo en la pared, Escancito
Te lo prometo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

De bomberos XV



Los bomberos se ríen sin saber...

Hay un tren que se aleja en la Argentina nevada y el viento no me deja ver tu mano.
Los bomberos se cargan a las espaldas la vida que no se refleja: la angustia y el negro, la veleidad de un sueño inventado, la sangre contaminada de cobardía y el olor absurdo del que no supo raptar y morir en el intento.
Franca y alegre la sonrisa del bombero.
El páramo abierto que se ofrece, la soledad de las esquinas o el agua que se intuye.
No hay manguera que rescate ni apague.
Solo la sonrisa.
La que mueve el universo...

Los bomberos se ríen sin saber
Han venido trescientos esta noche a llenarme la casa de humo de hachís -salud- y resfriado.
Los bomberos se van colando por las rendijas del segundero indómito de un reloj que no se para.
Ay, bomberos.
Salen del cine con las manos en los bolsillos, con el frío en la chaqueta, y mezclan las historias de los trenes con su propia vida.

Los bomberos se ríen sin saber.
Mejor que no sepan, que no lo sepan nunca...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Pájaros XVII









(reflexiones perdidas en el vórtice de la medianoche)

Este día se escapa entre mis dedos.
Este año se escapa como quien no quiere la cosa...
El tiempo se va perdiendo y lo encontramos al día siguiente o el año que viene, renacido y vigoroso, esperándonos tras la esquina.

Me mira y se ríe, sí, pero que no me meta prisa...

El tiempo fagocita líneas, palabras y dibujos.
El tiempo que todo lo envuelve, que todo lo aprieta, que nos acaricia o que se escapa.

Con el tiempo los pájaros fueron yéndose y, curiosamente, ha sido el tiempo (y no el viento) quien me los trajo de vuelta...

martes, 10 de noviembre de 2009

Abocetando la ciudad (proyectos para un cortometraje)















Ando estos últimos días enfrascado en la realización de mi próximo cortometraje de animación.
Tenemos a las puertas la celebración de "Cortos de Vista 7", nuestro festival de cortometrajes que se celebra el 29 de diciembre en Nerja, y apuramos hasta última hora (estos días que quedan de noviembre) para entregar los cortos.

Sé que no soy el único que estira el plazo al máximo, y en estos días Nerja y alrededores es un bullicio de rodajes, montaje, posproducción, arreglos de sonido y demás.
Algo de locura y mucha ilusión para acabar encontrándonos en una cita muy especial esta navidad y compartir nuestras historias.

Tuve algo de pereza este año, y lo cierto es que me planteé la posibilidad de no participar, para realizar el cortometraje con más calma, pero una vez que te zambulles en la historia y te pones manos a la obra, terminas reconociendo que eso de tener una fecha y una obligación es determinante para que las cosas y los proyectos se definan y se acaben. 
Quizá no tan bien como a uno le gustaría (eso pasa siempre) pero se acaban y por lo tanto existen.
Otras muchas también, pero sin duda esa es una de las cosas que más tengo que agradecer a "Cortos de Vista" a lo largo de estos años. Que me haya obligado, que me ponga fechas y que me haga hacer y terminar las cosas.
A veces es difícil compaginarlo con todo (trabajo, blog, leer, pelis y series, etc.) pero aún así se intenta.

La poca vergüenza, no me canso de repetirlo, ayuda.

Esto que os muestro hoy son unos bocetos de la historia de este año. 
Como no quiero desvelar demasiado, simplemente cuelgo unos apuntes y parte del story board que he estado realizando.
La estética final es bastante diferente, pero habrá que esperar. 
A mí visualmente la soltura de unos bocetos siempre me ha resultado muy atractiva (soy de los que prefiere cualquier clave de animación Disney abocetado en azul al resultado final en pantalla).

Me he planteado esta historia corta que todavía no tiene título definitivo ("Bartolomé concretando" es una opción) como preludio de un proyecto que tengo algo más ambicioso.
Veremos.

Hay personajes, voz en off y pocos dibujos.
Todo muy juanra pero sin caracoles bomberos.
No sé vosotros, pero yo ya lo estoy echando de menos.
Soy así.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Mi yo del pasado V



"No soy ni pretendo ser el piloto de tus sueños. No lo pretendo y espero que tú tampoco.
Deja que tus sueños vuelen libres entre el viento y si hace falta deja que se estrellen y estréllate con ellos.
Estréllate, sin preguntas ni motor..."
Recibido el 4/9/07

"¿Se ha descubierto ya que Sarkozy es en realidad de plástico?"
Recibido 12/10/07

"Las lechugas, en este mes de mayo, no están demasiado sabrosas (ni las del barrio chino).
Aún así se dejan comer bien.
Imagino (y no es un reproche) que con las lechugas, al igual que con tu habilidad para coser botones, la cosa habrá seguido yendo de mal en peor..."
Recibido el 22/10/07

"No olvides nunca que jamás debes recordar que un depósito a dos años y un día al 4% T.A.E. te podría resultar más rentable que uno al 5,5% T.A.E. de tan solo 6 meses.
No olvides nunca lo que jamás debes recordar..."
Recibido el 8/11/07

"Miéntete un poco y dúchate cada día.
No dejes de dibujar y ráscate tanto como necesites.
Intenta escribir "mesura" con "h" y verás como no hay manera (¿o sí?).
Mira más que habla,
y no dejes de soñar, ni siquiera cuando te acuestes..."
Recibido el 26/11/07

domingo, 8 de noviembre de 2009

Mañana empiezo XXXVI







Volver a la normalidad sí, aunque la normalidad no es que me haya gustado nunca...

Los dibujos los domingos.
Los domingos son de los dibujos, son de echar un rato con los amigos, de hacer visitas, de mirar libros o de mantener charlas que provocan sueños.

Si hay un día eterno en una semana fugaz ese es el domingo. Si hay un día fugaz en una semana eterna sí, también, ese es el domingo.

Vuelven estas tiras donde las caras ocultas se trasparentan, y donde el feliz protagonista sueña con un mañana que vendrá cargado de grafito.
Pobrecito.
Las horas que cambian para que nada cambie, los lápices que al no dibujar rascan la espalda o las bombillas que son, mientras se encienden, una idea fugaz y genialmente absurda.

Vuelve la nada y el estiramiento inaudito, y la promesa de un mañana que al menos hoy, domingo ventoso, todavía no ha llegado.
No, no tengamos prisa...