lunes, 30 de mayo de 2016

La felicidad efímera























Es cierto que me gusta mucho esta imagen. Pese a la espectacularidad de otras que volvieron en mi mochila tras el viaje a Egipto, es una de las que -para mí- mejor refleja el ambiente de una ciudad como El Cairo.
La luz, los colores, ese bullicio de gente, comercio y vida en la calle.

Quizá por eso la he escogido como fondo de pantalla para mi móvil, y que al menos durante unos cuantos días me acompañe y me recuerde aquellas tardes en Jan el-Jalili.

Quizá por eso, o yo qué sé por qué, me ha encantado cuando esta mañana he ido a cargar el móvil, y la barra verde que indica la cantidad de batería coincidía justamente con el edificio del margen izquierdo.
Como un contínuo inexplicable.
Supongo que soy de los que piensa que solo por cosas como esta la vida merece la pena. Por instantes así, fugaces e inasibles.
Igual a alguien le parece una tontería, pero no lo es. ¿Qué probabilidades había? ¿Pocas? Pues mira.
De hecho lo primero que hice fue una captura de pantalla y, tras sonreír un pequeño instante, volví a mirar la carga que ya indicaba un 23% que definitivamente no, no era lo mismo.
Una demostración más de que lo bueno aguanta lo justo.

Por eso debemos aprovechar la felicidad. Porque lo mismo que viene se va. En los fondos de pantalla, sí, y en la vida en general.

domingo, 29 de mayo de 2016

Mañana empiezo CCXLI




Un dibujo
no se me parece.
¡Mañana practico!

viernes, 27 de mayo de 2016

miércoles, 25 de mayo de 2016

martes, 24 de mayo de 2016

lunes, 23 de mayo de 2016

Viaje a Egipto I











Ha sido Egipto, por muchas razones, un viaje diferente. Entre otras, más corto que los viajes que suelo hacer.
Y, pese a lo que yo mismo pudiera pensar en un principio, no creo que eso haya afectado negativamente a las fotografías que de allí regresan.

Bien es verdad que a las pocas horas de estar en El Cairo me sentía como en casa. Pese a ser la primera vez que lo visitaba, había algo en sus calles, en su olor, en su caos y en su ruido que siendo únicos me transportaban a otros mercados, a otras medinas, a otras locuras de ruido y gente.
Así que -y todavía me extraño- fue fácil sacar la cámara y capturar como quien respira.
Otras veces te atrancas, qué sé yo, no hay reglas fijas.
Y esa es otra de las magias, supongo, que da el mirar la vida a través del visor, esa ventana tan pequeña como impresionante.

Así que uno, siempre al borde de darse de baja y mirar el viaje de otra manera, echará en el próximo viaje de nuevo la bolsa pesada y compañera, no vaya a ser que al final la pudiera echar de menos, tú.

domingo, 22 de mayo de 2016

Mañana empiezo CCXL




Perder el contorno
o borrarse;
para qué elegir
si los valores de opacidad
están a cero.

sábado, 21 de mayo de 2016