jueves, 30 de septiembre de 2010

Las definiciones de un coche a vapor XXV











Uno se tiene que dividir, porque no hay manera.
Entre las ganas de viajar y conocer ciudades, entre las ganas de ser palmera y las ganas de teletransportarse uno tiene que ir eligiendo.
No queda otra.
Y lo peor de todo, por mucho que haya trenes que partan desde ningún sitio, es que al final queremos estar en casa y que nos reciban con un beso.
En eso el coche a vapor no es muy diferente a cualquiera de nosotros.
Aunque lo veas allí, a lo lejos.
Pero no hay que preocuparse: si no viaja, acabará teletransportándose.