jueves, 23 de septiembre de 2010

Las definiciones de un coche a vapor XXIV











Es divertido ser lo suficientemente absurdo para no entenderte ni a ti mismo.
Menos mal que todo se soluciona siempre con un buen trompazo...

La mitad del cielo es siempre la mitad del cielo, confundir sin pudor la vanidad con el helio, naufragar y no echar gota (y sí afeitarse la barba), reír -siempre reír- y acabar, como ya digo, con una caída de muy señor mío.

Es divertido ser absurdo.
Y el coche a vapor me acompaña en ello.