sábado, 4 de septiembre de 2010

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano LI



351) Porque por mucho que Miroslav Mecir perdiese ante Stefan Edberg la semifinal de Wimbeldon de 1988, el tenista eslovaco (para mí sin duda el mejor del mundo) sabía muy bien que para jugar un buen partido no hacían falta un par de pelotas, sino un par de raquetas.
Esta verdad inapelable gravita también sobre el Universo entero, de modo que entre tanto planeta se necesitaban dos raquetas, y hete aquí que entre Alberto, Dios y Don Ramón Gómez de la Serna decidieron que esos dos planetas fuesen la Tierra y Plutón.
P.D. 1: De momento vamos 6-3, 6-7 y 3-4 ganando Dios
P.D. 2: No estaría mal cómo continuación: "365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que Miroslav Mecir fue el mejor tenista de todos los tiempos"...habrá que pensarlo...

352) Porque la verdad más estúpida, el amor más salvaje, la historia más absurda, el poema más delicado, la aventura más increíble o los dibujos más hermosos se encuentran siempre en los libros.
¡¡Los libros, señores!!
¿Y cómo son los libros, eh?... Si hasta el iPad de los cojones es más plano que una lechuga...

353) Ríete Empíricamente De Otras Negaciones Descritas Adrede

354) Porque el vanidoso de Dios le dijo a Andrés, su pelirrojo compañero de pupitre, que él quería ser "omnipresente" fuese como fuese.
Así que cuando Andrés y la banda de los Tuertos se enteraron por un soplo de Vicente "El Gancho" de que Dios andaba haciendo la Tierra en sus ratos libres, le explicaron -con toda la lógica del mundo- que si la hacía redonda no habría manera de vigilar a todo el mundo.
Así que efectivamente, Dios la hizo plana para poder ser omnipresente, y lo es, menos cuando se va de marcha a Salou, y entonces deja a Andrés (que cobra por horas) o a alguno de sus compinches vigilando nuestros pasos.

355) Porque tanto los Kinder bueno como las máquinas de bolas son un timo de tomo y lomo.
Los Kinder bueno se rompen, y aunque hay que reconocer que la cáscara de chocolate está buena que te cagas, lo de dentro son siempre regalos de mierda (bueno, son de plástico, pero ya me entendéis). En cuanto a las máquinas de bolas ya me diréis a mí el fastidio que supone abrirlas (con el riesgo implícito de cortarte), para que al final sólo te encuentres dentro un llavero de Rayo McQueen.

356) Porque la película "Los caballeros de la mesa cuadrada" (1975) es bastante más divertida que los cuatro siglos de historia medieval "real" de guerras e injusticias, y aunque la Tierra -pese a lo que muchos quisiésemos- no es tan cuadrada como la mesa de los caballeros, por lo menos nos sirve aún para echarnos unas risas.

357) Porque ya bastante redondo es Schortsanitis, el pívot negro de la selección griega de baloncesto.
El balón de baloncesto, Schortsanitis o la Tierra: Uno de los tres tenía que ser plano...