Dibujos pequeñitos que se pierden en su propio espacio.
Ideas que resbalan a tu vera justo en el momento en que la mano baila.
Góndolas fantasma, naufragios que se convierten en fiesta, maletines que viajan por épocas antiguas, barcos que se elevan misteriosos, o los sempiternos sueños que se balancean al compás de una nube.
Son dibujos pequeñitos que se pierden entre colores pálidos.
Son ideas que te rozan cuando menos te lo esperas.
Y acabas mirándolos a lo lejos, una vez que sin querer los has hecho.