288) Porque el mundo no sólo es plano (cosa que a estas alturas ya debía estar bien clarito) sino que el mundo es un ser triste y solitario, vive dentro de una cueva, ama la noche y tiene algo de siniestro, es capaz de ver en la oscuridad, es hematófago pero duramente, hace tiempo que transformó sus patas delanteras en alas, y responde al nombre de... ¡¡Pipistrello!!
289) Porque durante la creación del Universo Dios contaba seis años y vivía en un modesto bloque de pisos de protección oficial con su padre, tres primos y dos gatos.
Nunca se ha sabido a ciencia cierta (los documentos de aquella época son confusos) si la creación de la Tierra fue un encargo del padre de Dios o un ejercicio de recuperación de una asignatura que le quedó en el segundo trimestre. El caso es que el miércoles por la mañana tenía Dios su Tierra súper bonita, redondita y azul, y antes de que pudiese terminar su desayuno de pan con aceite, los tres primos se pusieron a jugar con ella y Emilio, el más gamberro, la pisoteó hasta dejarla plana.
Él dijo en su defensa que fue sin querer.
Mentira.
290) Porque Lo Aseveran Nueve Ornitorrincos
291) Porque a pesar de ser plana, no deberemos bajo ningún concepto confundir la Tierra con una alfombra.
No.
Ese sería un concepto demasiado simplificado.
La Tierra sí es una alfombra, pero hay que incluir en ella todo el polvo que barremos debajo para que no se vea.
Nosotros somos el polvo que ocultamos sin saber por qué.
292) Porque el día que tocaba hacer la luna, según la orden que el encargado de obra Feliciano José Sánchez Ramírez les dejó a sus tres operarios, ese día tocaba elegir, en el menú del día de Casa Flores, entre unas albóndigas en salsa de almendra o un revuelto de guisantes con morcilla de Burgos.
Y los obreros se sintieron inspirados.
Lo que pasa que tres días después, cuando a las puertas de sus vacaciones Feliciano José les mandó hacer la Tierra, aquel día el cocinero Pepe Flores no tenía demasiada inventiva y no les dio a escoger, sino que le puso sin preguntar una lasaña de berenjenas...
293) Porque Galileo Galilei acabó como tertuliano en un programa de debate metafísico e intelectual de la cadena Intereconomía y (por mucho que tuviera seis hijos que alimentar y que la vida estaba muy mala) eso, quieras que no, le restó toda la credibilidad que nunca tuvo.
294)Porque Dios es un vago.
Esto no es un sofisma, sino que está certificadamente comprobado por el expediente de sus notas de E.G.B. (no pasó de ahí, eso ya lo sabréis) y por el tiempo (varios años luz) en que tardaba en recoger su habitación después de jugar a la Play.
Dios es un vago y claro, para hacer la Tierra redonda había que hacerla dos veces: la primera donda y luego volverla a rehacer, y eso era mucho que mucho trabajo para el vago de Dios y muy señor mío.