Regresan las tiras de los pájaros en su formato habitual, aunque con ellos hay que tener cuidado pues uno nunca sabe muy bien cuándo vuelven, cuándo se van.
Los pájaros vuelan, siempre libres, y es lo que tiene.
Los pájaros se dejan mecer por las brisas que se convierten en huracanes y claro, ni ellos mismos lo controlan.
Los pájaros duermen en la nada y sí, así es fácil soñarlo todo...