lunes, 7 de marzo de 2011

La almohada por la borda



He encendido una luciérnaga
para que nos alumbre en este parto.
He visitado moradas del color del universo,
he vaciado mis días en tu hombro
y he mostrado heridas a quien no desconfiaba.

Te sigo queriendo como ayer
y me vuelvo loco en tu presencia.

Quiero bañar de vino el regreso a tu perfil,
a mi atolondrada percepción
de guiños y engranajes.
Quiero buscar tu nariz en la penumbra,
quiero matar gusanos a dentelladas,
quiero herir mi afilada verdad escondida entre dos monstruos.

No volveré a saber de ti hasta el próximo desembarco
y el mar arrojará mi almohada por la borda
para que me sueñen otros.