071) Porque según el insigne y filosófico adalid de efebos descendientes del Demóstenes del siglo XXI, el gran e iconoclasta Chiquito de la Calzada, unor más unor son Diooorrrr...y si no que se lo digan a Galliano.
072) Porque damos por sentado que "un uno" siempre es "un uno", que siempre está bien y feliz, y eso no es así.
A veces los unos están bien, es verdad, pero a veces no.
Como nosotros, qué os voy a contar.
Unas veces estamos mejor, otras peor. A veces más alegres, a veces menos, a veces con una actitud más positiva, otras no tanto.
Y eso es lo que pasa con los unos.
Hay días que amanecen y ven un día radiante y dicen "¡hoy me voy a comer el mundo!" y otros días en que no quieren salir de casa y se dedican a escribir cartas de mentira a satélites de países inexistentes.
En esos días más negativos, si los dos unos están que no levantan cabeza, sumarán -2, y si es uno solo el de marcada tendencia negativa, la suma evidente será 1+ (-1)= 0.
073) Porque cuando hablamos de tú y yo, 1+1=3.
Si sumamos tú y yo, por un lado te tenemos a ti, por otro lado me tienes a mí, y por otro lado estamos los dos.
Y ya puestos, todo hay que decirlo, los tres tratamos de llevarnos lo mejor posible...
074) Porque un dos tres responda otra vez: ¿Cuántos son uno más uno?...un dos tres responda otra vez, ¿cuántos son uno más uno?...efectivamente, uno más uno, una vez más, es infinito...
075) Porque a veces nos volvemos indolentes, perezosos y espasmódicos, y nos comemos tildes sin querer.
Esos días -que son muchos, reconozcámoslo sin pudor- tampoco nos salen las cuentas, pues 1 mas 1 (es decir, 1 pero 1) es igual a 1, y ya la hemos vuelto a liar....
076) Preguntadle a los médicos.
Si un médico en plena apología de su profesión te pide que digas "a", tú dices "a". pero el "a" que tú dices resulta siempre y a todas luces insuficiente para tu médico.
Y te pide un "a" más fuerte, que es como si te pidieras que le sumaras un "a" al "a" que habías dicho antes.
Y lo peor, lo más patético de todo, es que tú, cohibido y tímido ante los estudios del que con esa bata-blanca se manifiesta ante ti, dices el mismo "a" que al principio, pero resulta que al doctor en Yale le vale.
Y tú lo flipas.
1+1 no es 2 ni de coña.
077) Porque Melibeo Delibert tenía un deseo escondido, muy a flor de piel. Él lo tenía escondido pero se le notaba.
Lo deseaba a muerte.
Lo deseaba -lo que en términos coloquiales de mi pueblo se dice- a saco.
Y ese deseo (os preguntaréis), ¿qué era? Da igual.
Da lo mismo porque los deseos son los deseos. Y los deseos son irremplazables.
Y ahora alguno me vendrá conque si a ese deseo le sumamos otro deseo, y que si tal y cual Pascual.
Pues no.
A veces el mundo de las sumas es tanto más cuanto más nos lo pintan.
Hay veces que, cuando tienes un deseo muy íntimo, muy profundo, no es necesario en absoluto sumarle para nada ningún deseo más.
Qué se lo digan a Melibeo.
Él tenía un deseo, y con ese deseo se conforma.
No quiere más.
Para qué sumar.
Si ese se cumpliese, sería la vida la que lo soñase a él...