No se puede luchar contra la textura...
Uno puede intentar simplificar las formas, centrarse en el trazo, limpiar las líneas o alterar los colores... Pero cuando la textura aparece, de algún insondable modo, eclipsa todo lo demás.
Probablemente sea -es un suponer- porque en la textura se aúnan, se juntan y se dan la mano los dos elementos más importantes que aparecen en en dibujo: Técnica y superficie.
Y de ese modo todo se convierte en huella (índex lo llaman algunos) y es precisamente la constancia de esa huella lo que conocemos por textura.
En un dibujo sentir la textura es como ver un pastel a través de una cristalera. Tus ojos perciben lo que excita tu cerebro.
Y todo lo demás es disfrutar...