sábado, 20 de marzo de 2010

La peor coincidencia entre dos personas de la historia


Sobran los comentarios de cual es la coincidencia, así que permitidme que esta vez lo explique escribiéndole una carta abierta a mi compañera de fatigas, la actriz Megan Fox...

Carta abierta a Megan Fox:

"Querida Megan:
Aunque tú no lo sepas somos, nunca mejor dicho, uña y carne.
Tenemos el mismo dedo gordo y eso, querámoslo o no, une mucho.
No nos conocemos, (tú no has venido por Melilla, yo no he visto ninguna de tus películas, ni siquiera la de Diablo Cody) por eso me tomo la licencia de hablarte de igual a igual. 

Permíteme que la experiencia (yo soy un reputado profesor, tú una actriz que está empezando) haga que me lance a aconsejarte: lo peor que podrías hacer es acomplejarte por ese dedo.
Igual tienes (yo no lo sé) otras virtudes que puedan hacer que afrontes la vida con optimismo. 
Mira en tu interior, Megan, y verás a esa chica de buen corazón que abandonó Tennessee en busca de sus sueños, y que cae simpática a los demás por lo dicharachero de sus conversaciones.


Sé por propia experiencia que la prensa suele cebarse con nosotros, pero nunca permitas, como leí en este artículo, titulares del tipo: "Megan Fox tiene un dedo deforme y es pro marihuana".
La próxima vez mételes el dedo en el ojo....
Leí en este otro artículo que en un anuncio que rodaste para la tele local de tu pueblo pediste un doble de tu dedo.
No lo hagas más. 
No reniegues de tu cuerpo, chiquilla. Si los demás te ven fea es problema de ellos...
Yo rodé este cortometraje (yo solo) y aquí que te aparecía mi dedo tal y como lo heredé de mi padre. 
Te pongo una foto y todo.


De veras, Megan, no hay nada de lo que avergonzarse. 
La braquidactilia no es una enfermedad y nosotros somos personas como cualquier otra. ¿Te apetece que montemos una asociación? Cuenta conmigo.
Por cierto, si me vas a llamar mejor por la mañana, que por la tarde tengo clase.

Tómalo como una bendición y no como un castigo.
Además, siempre podrás inventar una historia fantástica de cómo llegaste a tener esos pulgares (yo lo hago a menudo) del tipo de que cuando eras pequeña un camión de aves de corral te los aplastó mientras jugabas a las canicas.

Y para terminar solo te digo una cosa, querida Megan:
¿Cuál es el nombre vulgar que usan en tu tierra para llamar al pulgar? Aquí en España lo llamamos "dedo gordo".
Y dime sinceramente, si el que le puso ese nombre no pensaba más en ti y en mí que en el resto de pulgares del mundo...

Ellos son los raros, Megan, no nosotros...

Braquidactiliamente tuyo.
Juanra.

P.D.
¿Tú también piensas que la tierra es plana?"