Los bomberos pueden viajar en el tiempo pero no saben hacerlo en condiciones.
Hace ya treinta y dos mil años decidieron vivir para siempre en el futuro, que allí se está más fresco, y desde entonces habitan en la segunda mitad de la década de los noventa. No están siempre en el mismo año, sino que dan saltos pero sin salirse, ingenuos y despreocupados ellos.
Hay móviles e internet, pero nadie los usa. Y son felices.
Si por lo que sea les va mal dicen, malandrines, que se han levantado con el pie izquierdo, aunque realmente no se acuerden del momento. Pero queda cool.
No han podido ver "Perdidos" porque todavía no se había rodado, una cosa menos.
Los bomberos pueden viajar en el tiempo pero hace ya muchos años que sólo usan ese poder para comprar el pan a la hora del almuerzo, porque resulta que cuando se quieren acordar ya está cerrada la tienda y hay hambre.
Así pasan los días, ellos engordando a base de miga, y ese siglo, el XX, que les mira y nunca, nunca se acaba.