lunes, 20 de abril de 2009

Granada 1987







Se trataba de divertirse con la fotografía.
Como ahora, o un poco más si cabe, aunque probablemente de un modo más inconsciente.
Eran los años ochenta y uno estaba empezando. Los virados, los montajes, la recreación de la realidad, los juegos... 
Todo valía, todo vale.
Las descubro de un cajón escondido. Son las fotografías que hice sobre mi cuarto de entonces, y me transportan, me llevan de nuevo a una ciudad, a un tiempo, a una habitación, a unos recuerdos. También a un desorden perdido, a una búsqueda iniciada, a un comienzo -de tantas cosas- me temo que ya lejano.
En el fondo eso son las fotografías: lo más cercano, protones, que tenemos a la teletransportación.