lunes, 15 de abril de 2013
Viaje a Japón IV
Cuando la cabeza empieza a volar en busca del próximo destino (ese maravilloso momento donde todo el mundo está a tus pies y que tanto me gusta prolongar) no es malo tampoco bucear entre carpetas para viajar de nuevo sin moverte de casa.
Una de las maravillas de viajar es que se convierte en una experiencia que permanece para siempre.
Ya sea a través de las fotografías, ya sea por los recuerdos, por los aromas o incluso a través de películas o noticias de la televisión.
Los sentimientos vividos en un viaje se enganchan al subconsciente y saltan a la piel catapultados por los más diversos y fantásticos vericuetos.
Por eso cuando en esta mañana primaveral uno abre la caja de Pandora que florece en las carpetas del último viaje a Japón, aparecen los mercados, los gestos, los bailes, las sonrisas, los caminos, los rezos y las pausas que estaban dormidas.
Y nos despertamos juntos.