domingo, 6 de marzo de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (IX)



057) Porque en el procedimiento normal de uso de una calculadora, para saber el resultado de 1+1, lo primero, inevitablemente, es teclear el 1.
Y entonces, si todo va bien, si el mundo no ha muerto y tu calculadora tiene pilas, ves el 1 en la pantalla.
Después, en una secuencia casi mecánica pero absolutamente normal, tecleas el +, y posteriormente vuelves a teclear el 1.
Y ahí está el problema.
Porque entonces, entre extrañado y receloso te das cuenta de que no ha cambiado nada en la pantalla. En la calculadora sigue el mismo 1 que tecleaste al principio (¡¡el mismo!!) y eso no puede ser. Tú sabes muy bien que tecleaste un 1 al principio, pero después del + tecleaste otro 1, y allí lo que hay es el mismo.
Así que decides empezar de nuevo, por si te equivocaste, y pulsas la tecla C.
Y aparece un 0.
Sumar 1+1 es un cansado y tortuoso camino que siempre acaba en 0...

058) Porque Un Níspero Otomano + Un Nabo Oblongo suman un curioso y minimalista mercado de fruta y verdura, más propio del mundo que soñaron Punset y Arrabal una noche de marzo, que de ese otro que puedes encontrar en tus viajes interplanetarios, llenos a rebosar de acelgas y lechugas.

059) Porque a Ernesto Teixidor, alfarero del Ateneo de Bolivia, que se ganaba la vida dando conferencias sobre cómo sobrevivir con un manguito rosa y una aguja oxidada entre las bravas aguas de los acantilados de Irlanda, le faltaba un dedo.
A Ernesto le faltaba un dedo.
Y el dedo voló violentamente sesgado en aquella infausta batalla que tuvo que librar en el Adriático contra un tiburón blanco que protegía a sus crías.
Así que cuando Ernesto intenta sumar, mientras nada alfareramente sobre las aguas cantábricas, levantando sus dedos índice de cada mano, se da cuenta de que uno más uno es solo uno.
1+1+tiburón blanco=1.
Y él contempla su dedo invisible y se va hundiendo lentamente...

060) Porque un Alfredo Pérez Rubalcaba + una Carme Chacón suman un cero Zapatero.

061) Porque en un partido de fútbol el portero es el destinado a portar en su camiseta el dorsal número 1.
Según las reglas ilógicas y absurdas de este endiablado y minoritario juego, sólo puede jugar un portero por cada equipo, con lo que en el balompié, al menos sobre el campo, es imposible sumar 1+1, y en todo caso, si lo hicieses la suma sería igual a perder por 3 a 0.

062) Porque si tenemos 1 kilo de plátanos y compramos otro kilo de plátanos, lo que tenemos es esa ansia absurda que nos llevará a tener que tirar, tarde o temprano, unos cuantos plátanos, maduros de más, sin haberlos podido comer.
Y entonces 1+1 será un desastre.

063) Porque en una de las acepciones que recoge el diccionario de la RAE, "sumar" figura como "reunir en una sola varias cantidades homogéneas".
Dejando a un lado lo absurdo de la última parte: ¿quién me dice a mí que este 1 que estoy a punto de sumar ahora es homogéneo, eh?
Igual ha caducado hace una semana en la nevera, esperando impacientemente a ser sumado después de la cena, igual es un 1 viajero y disperso, igual es un 1 heterosexual pero con una curiosidad homo, quizá sea un 1 hoy pero mañana será otra cosa.
Entonces, ¿qué derecho tengo yo a reunirlo en una sola cantidad? ¿qué derecho tengo yo a volverlo homogéneo sin contar con su voluntad?
Pensadlo: cada vez que sumáis, según el diccionario de la RAE, de algún modo estáis matando.
Y no.
La cosa no está para eso.