domingo, 13 de febrero de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (VI)



036) Porque es imposible sumar una hormiga y otra hormiga si siempre hay mogollón, qué hijas de puta...

037) Porque un blog (llamémosle, hipotéticamente, "Bombero es mi pasión") sumado a otro blog (ponedle, no sé, "Breve encuentro" o algo así) no suman dos blogs, suman muchas más cosas de las que a uno le gustaría, cosas imposibles de controlar, que encima devienen en demandas que acaban en años de cárcel, pasados en una prisión turca a las afueras de Estambul, intercambiables -quien sabe qué es mejor, qué peor- por trabajos para la comunidad, llevando a la guardería de Príncipe Pío al sobrino de Carme Chacón o barriendo los suelos de mármol (expropiados ilícitamente a Extremadura por subcontratas fantasmas) que pueblan los infinitos suelos del Ministerio de Agricultura...

038) Porque hay cosas que no se deben sumar nunca. Nunca.
Por ejemplo, si a un Dios le sumamos otro Dios lo que tenemos son guerras, odio, cruzadas, recelo, miseria y rencillas eternas.
Sin embargo, curiosamente, si a un Dios le restamos ese mismo Dios (u otro, ya puestos también otro) lo que tenemos es tranquilidad, sosiego, hedonismo a raudales y una lubrificada, sensual y hermosísima paz.
Lo siento, Alberto, pero así es.

039) Porque la 11uvia no se escribe 2uvia, ni el 11anto es 2anto, que yo sepa...

040) Porque Ruben Héctor Cocuzza, profesional de la noche y windsurfista en sus ratos libres, sabía muy bien cómo funcionaba la imparable y sexista maquinaria de una discoteca de verano: Chicos y chicas en busca de baile, diversión, conversaciones cuánticas, alterne y confrontaciones dialécticas a cuenta de las teorías de Slavoj Zizek.
Es por eso que, invariablemente, él sumaba todas las noches y todas las noches las cuentas le salían.
Si entraban una chica y otra chica en la discoteca, no entraban dos chicas, lo que entraban eran al menos ocho chicos guapotes de gimnasio y colonia justo detrás, demostrándose a sí mismo y a sus congéneres que el pensamiento de Nietzche nunca podrá suplantar -metafísicamente hablando- a un buen sofisma.

041) Porque uni doli, treli, catoli, quili, quileta, estaba la reina sentá en su silleta, vino el rey, le apagó el candil, candil, candó, cuenta las veinte que las veinte son.

042) Porque no es ya que no sepa sumar, no, es que no sé multiplicar, ni contar ni leches en vinagre. De hecho siempre, durante mis 42 años de vida, he pensado que 7x6 eran 41 y no señor Juan Ramón, efectivamente, son 42...espero que el inefable hecho de que esté probando esta teoría no acabe obligando a las autoridades educativas competentes a mandarme de nuevo a primaria...