De una manera u otra, este blog vive de los dibujos.
También del texto, ese que involuntariamente se convierte en protagonista, pero nació y yo lo sigo concibiendo como más visual que otra cosa.
Y qué decir del dibujo que no haya mostrado o dicho en sus 85 entradas, en sus caso 600 dibujos distintos...
Decir, una vez más que dibujar ha sido, es y probablemente seguirá siendo lo que más llena, lo que más me gusta.
Sobre todo (¡lo he dicho tanto!) en el momento de su realización.
Luego, si quedan mejor o peor, si me gustan más o menos, si llegan a la gente o no, pasa, inevitablemente, a un segundo plano.
Lo importante es el momento.
He dado esta tarde una vueltecita por todos esos dibujos. Más que elegir una entrada, un estilo o una técnica, he preferido hacer una pequeña y rápida selección de dibujos distintos, estilos diferentes, variedad de técnicas.
Así suele ser.
A lápiz, a ordenador, con acuarelas, con lápiz óptico, formatos grandes, pequeños folios, guardados en cajones, enmarcados en pasillos.
Los dibujos inundan mi casa. Inundan mis días. Inundan mi blog.
Y yo en vez del paraguas, agarro con fuerza -una vez más- ese grafito que es mi balsa...