Efectivamente, se cumplen hoy tres años del inicio de esta aventura.
Y lo hago coincidir además con la entrada número mil.
No está mal la cadencia.
Poco os puedo contar que no esté ya entre estas páginas, entre estos días.
"Bombero es mi pasión", título de un cómic publicado doce años antes, nació reconvertido en blog para mostrar los trabajos hechos, para obligarme a seguir haciendo más.
Y más, y más.
Y en ello estoy.
Con toda la libertad del mundo, con sus secciones más o menos fijas, con tanta desvergüenza como puedo, con mucho de disciplina, disfrutando unas veces más otras menos aunque divirtiéndome siempre, y con ganas de que no pare la fiesta.
Ya lo he dicho bastantes veces: Por mucho que "Bombero es mi pasión" sea muy yo, se ha acabado convirtiendo, con el paso del tiempo, en algo más que eso.
Y como las tiras cómicas, que generan su propio mundo, sus propias historias, este blog me dice y me pide y me manda y me obliga.
Y yo que le hago caso.
Soy mucho de no parar, de no pensar (porque no puedo, porque no debo), y así este ritmo excesivo y desbordante se ha convertido en algo normal en mis días.
De cualquier manera, aunque intentaré continuar en la misma línea, siento que ha llegado el momento de parar.
No parar para dejar de dibujar, de inventar historias, de tratar de contarlas.
No parar para olvidarme de mis fotografías, de mis tiras, de mis viajes o mis textos.
Parar para echar un vistazo sobre lo ya hecho y ver qué se puede hacer con ello, si es que se puede.
Parar y buscar si en este mundo loco de excesos hay cabida para un libro de tiras cómicas, para una recopilación de textos.
Quizá por eso celebro estos tres años con aquel cómic publicado hace quince, quizá por eso celebro estas mil entradas con aquella historia que lo detonó todo.
También lo cierro con una confesión:
Como la ocasión lo merece, al menos para mí, quiero seleccionar y mostrar, durante la semana que viene, un recopilatorio de las que (en mi humilde opinión) han sido las más destacadas entradas de estas mil que hoy se cumplen.
Será un buen momento para que los que os acabáis de incorporar a esta lectura podáis dar un pequeño viaje por estas páginas sin perder demasiado la cabeza, y también para mí, por reencontrarme con dibujos y escritos que el paso del tiempo ha ido borrando poco a poco de mi memoria, pero que todavía se encuentran aquí, entre estas páginas locas.
