viernes, 28 de octubre de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XLII)


288) Porque si sumamos 1+1 en un cuenco chino, los 1 resbalan por las laderas interiores del cuenco hasta posarse suavemente, un 1 sobre el otro, en el fondo del mismo.
Así que dentro de un cuenco chino, 1+1 siempre será = 1.

289)Porque Eugenia Antequera Hidalgo, nativa del encantador pueblo de Rosario de Peñabrava, era la encargada de velar por la seguridad de todo el vecindario vestida con el uniforme de guardia municipala que le había prestado generosamente su antecesor en el cargo, el ahora alcalde Felipe Humberto Alcaraz Barroso.
Eugenia solía cumplir su labor bien a rajatabla y en muchas ocasiones llegaba tarde para almorzar en casa, donde su marido -también conocido como Felipe el alcalde- le esperaba ya con la comida en la mesa.
Felipe y Eugenia eran los únicos habitantes de Rosario.
Todavía recuerda Eugenia con aires de nostalgia y resuello cuando ella era la alcaldesa y las cosas funcionaban mucho mejor, pero no se atreve a sacar el tema en la comida (ese arroz caldoso que tan bien prepara Felipe) vayamos a liarla, nos peleemos y acabemos por encarcelar al alcalde en un calabozo, que además es el trastero de la casa y anda desordenado.
Felipe y Eugenia no pudieron tener hijos, y ahora viven sus días en este pequeño pueblo abandonado donde hace ya cuarenta y tres años se conocieron y enamoraron.
A veces ocurre que Eugenia se mira al espejo y ve con claridad reflejada en su lugar la cara de su marido.
- Y es que 1+1= infinito- piensa mientras sabe que tiene que dejarlo todo para planchar su traje de trabajo, que mañana tiene audiencia con el señor alcalde, y éste es hombre meticuloso que se fija en todo y saca faltas por nada.

290) Porque no quiero desprenderme de la irresistible sensación que deja en mi boca un 1 dulce y sabroso; una manzana caramelizada, un calippo de lima y limón.
Pero por mucho que uno sea goloso, si tomase un poloflash en forma de 2, acabaría teniendo la boca más grande que Elisabeth Berkley, así que yo con 1 me conformo.

291) Porque los 1 son sujetos altivos y orgullosos, y no se dejan sumar fácilmente.
De hecho conocí a uno en Wisconsin que no permitía ni que le sumaran ni que nadie lo multiplicase por toda su esencia.
Cuentan de otro en Cracovia que llamó a su tío que era ministro para que prohibiese cualquier coyuntura adversa que propiciase su suma, y también hablan de una asociación secreta de 1, que se reunían al filo de los acantilados fumando hierba, mirándose de reojo y confabulando en contra de las matemáticas.
En cualquier caso hay 1 que, aunque desconfiados, acceden a regañadientes a sumarse entre sí, pero mirándose frente a frente, ¡como los hombres!
Y entonces sí. Entonces se suman y ocurre lo que ocurre.
Que 1+1 = M

293)Porque un parche da lugar a un tuerto. Y si sumamos 1 tuerto a otro tuerto tendremos a unos amigos que se comprenden, se respetan. Nos encontraremos frente a unos amigos que quedan para beber y compartir penas, contarse sus tristes vidas y pedir otra copa más que todavía es temprano.
Cuando sumamos 1 tuerto a 1 tuerto, efectivamente, nos encontramos con 1 ciego que no veas...

294) Porque sumar es verbo querido la de 1ª conjugación.
Todo el mundo cree saber que si sumamos un 1 a otro 1, lo que nos tendría que dar -lógicamente- es un verbo de la 2ª conjugación, que podría ser -por ejemplo- querer.
Así que, por extraño y rocambolesco que pueda parecer, al intentar sumar 1+1 vamos subiendo de conjugaciones hasta el inevitable final.
1+1= Sumar, Querer, Morir.

295) Porque hay 1 de todos los tamaños, formas y colores -eso lo saben en Bulgaria y en un convento de Carmelitas que hay en Córdoba-, así que cuando sumamos un 1 alto y esbelto, modelo en sus ratos libres de Calvin Klein y que además está de pan y moja, si lo sumamos a un 1 más esmirriado, enjuto y con la planta que de estar trabajando de dependiente en una tienda de cómic, la suma es una hache.
1+1= h