Y vamos a por la centena.
De tanto pensar nos hierve la cabeza, y los pensamientos se evaporan para volver a nosotros en forma de sueños...
En un mundo donde los pájaros acaban con las almohadas, todo es posible: Que el mar se vaya difuminando poco a poco, que los bares se llenen de pájaros solitarios, o que las parcelas naveguen de orilla a orilla.
De tanto pensar nuestros sueños se evaporan, lo malo va a ser que recién hechos nubes aparezca el viento de levante...