miércoles, 13 de abril de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XV)



099) Porque una ciudad donde uno vive casi ocho años + una maravillosa colección de recuerdos y amigos suman una melancolía infinita.
1+1=1.

100) Porque si juntamos -o sumamos- a un caradura (que soy yo) con un desvergonzado (que soy yo también), a un loco con un jeta, a un perla con un irresponsable, a un disparatado con un incongruente, a un personaje con un liante (todos ellos y cada uno yo mismo), el resultado -de momento- son 100 razones más bonitas que tó.

101) Porque el insigne John Raimon Mutton Brown eligió en el año 2009 rechazar un puesto de profesor titular en la Universidad de Bad Hagas.
Dicho puesto, al igual que la energía, no se destruyó, sino que se transformó en un trampolín para que su archienemigo el profesor Shadow dejase sus enseñanzas en la costa granadina y se trasladase a la Big City.
Dos años después el bueno de John descubrió que se había abierto un hueco en la fuerza y decidió colarse para tratar de salvar el mundo -aún a costa de perder 1000 euros- y ahora anda cosiendo una capa multicolor que brille por la noche, para volar de estrella en estrella enseñando fotos que solo se pueden hacer con la imaginación de un niño.
Dos puestos de profesor no se suman.
Nunca.
Dos puestos de profesor se luchan.
Siempre.

102) Porque si la Dirección Provincial de Melilla -con su director y sus inspectores a la cabeza- no deja que hagas unos cursos de formación por el único y exclusivo hecho de ser un humilde pero porculero profesor vespertino, pese a que leyes que han hecho hombres más importantes que Dios y Alberto juntos así lo avalan, las sumas posibles son imposibles.
1 curso (no hecho) + 1 curso (no hecho) = 0 (o un "mierda para ti, y tú a dar clase, que es lo tuyo").

103) Porque si a un futuro incierto le sumamos un pasado glorioso tenemos un presente desconcertante.

104) Porque Antonio María Sanjurjo fue convocado un 11 de noviembre de 2010 para formar parte del tribunal que tenía que baremar los méritos de los profesores participantes en el concurso de traslados de dicho año.
Sí.
Antonio María.
Toño, como le llaman sus amigos, es profesor emérito de flauta travesera, y la última vez que llevó la contabilidad en su casa, Maribel, su mujer, tuvo que pedir un préstamo al banco.
Un desastre: Toño no sabe sumar 1+1, y piensa que son 2.
De esta forma, el Ministerio de Educación y Ciencia a la par que varias consejerías de diversas Comunidades Autónomas han interpuesto un contencioso administrativo contra Toño, pues las avalanchas de reclamaciones conforme a la disconformidad con los puntos adjudicados a cada participante de las pruebas selectivas superan ya la deuda de Honduras.
Sin embargo, hay profesores que aun teniendo en el apartado de cursos de formación "tres buganvillas y una congoja" (otorgados grácilmente por Toño) en vez de los 2 puntos que creían merecerse, no han hecho reclamación alguna.
Yo brindo por ellos.

105) Porque si a un traslado le sumas otro traslado te quedas en el mismo sitio...que no, que no, que es broma...