Vecinos, segunda parte.
Un tanto apócrifa, sí, un tanto en tierra de nadie, salido el vecino principal de la azotea y enfrentado al mundo real, cruel e imparable a un tiempo...
Inciso:
Con ganas de reírnos de nosotros mismos, como siempre hemos hecho.
Con algo de ironía, pero sin mala intención, me atrevería a decir que este corto va de: "Un gilipollas que sale en busca de trabajo".
No me digáis que no es temática social...
Es broma, claro.
Fin del inciso.
Soy tan desastre que no recuerdo ni el año (¿96?). Mariano o Pelu seguro que se acuerdan.
Pero sí recuerdo bien que nos divertimos. Recuerdo que Dani Rivas nos dio todas las facilidades para grabar en su bar, el Obelix, y sobre todo recuerdo el frío pero frío que pasé en mi aparición estelar.
Verme así, con el pelo largo y sin barba me hace gracia, pero nada comparable al recuerdo a estar "allí" encerrado mientras se grababa el plano.
La verdad que la pinta de jovencitos que manejamos todos es bastante considerable.
Como siempre nos pasa no creo que pensásemos demasiado la historia.
Ni pretendíamos tampoco exactamente hacer la segunda parte de "Vecinos", aunque el personaje de Pelu -nacido para la comedia- homenajee a los grandes del cine mudo hasta llegar incluso a Mr. Bean, y acabe siendo sin duda un factor que da unidad a todas las historias.
Ese personaje nos daba mucho juego, es cierto, y nos llevó a rodar una tercera parte (más en consonancia con la primera, de vuelta a la azotea y a un vecino bastante más formal que en esta).
Incluso hay por ahí extractos de una historia que bien podría ser una cuarta parte, con nuestro vecino favorito como jugador de tenis, que -como otros muchos- se acabó quedando en el tintero de los proyectos inacabados.
Os dejo con "Vecinos II: Se necesita camarero", hecho sin más pretensión que la de pasar un buen rato.
Y a fe que lo conseguimos.