miércoles, 27 de enero de 2010

Historias del otro lado IX



Esta es una historieta que siempre me ha hecho mucha gracia.
Por lo que tiene de sencilla, por lo que tiene de fantasía y por lo que tiene de compañera que viaja siempre a mil kilómetros de distancia.

Es verdad que no es una historieta graciosa pero hay que tomársela con humor. No queda otra, qué remedio.

Recuerdo que estuvo durante bastante tiempo colgada de una chincheta en la pared de mi estudio, y la miraba sosegado al levantar la vista de la mesa de dibujo.
Fue vecina, y eso la honra, de un cuadro que iba en la misma línea y que aún hoy sostiene una de las paredes de mi salón.
Tiene más de diez años, quién lo diría.

Y es que más o menos graciosa, más o menos fantasiosa, esta es una historia que -ay- siempre me acompaña.

Desde lejos, eso sí.
Cerca y lejos a un mismo tiempo.