Volver a la normalidad sí, aunque la normalidad no es que me haya gustado nunca...
Los dibujos los domingos.
Los domingos son de los dibujos, son de echar un rato con los amigos, de hacer visitas, de mirar libros o de mantener charlas que provocan sueños.
Si hay un día eterno en una semana fugaz ese es el domingo. Si hay un día fugaz en una semana eterna sí, también, ese es el domingo.
Vuelven estas tiras donde las caras ocultas se trasparentan, y donde el feliz protagonista sueña con un mañana que vendrá cargado de grafito.
Pobrecito.
Las horas que cambian para que nada cambie, los lápices que al no dibujar rascan la espalda o las bombillas que son, mientras se encienden, una idea fugaz y genialmente absurda.
Vuelve la nada y el estiramiento inaudito, y la promesa de un mañana que al menos hoy, domingo ventoso, todavía no ha llegado.
No, no tengamos prisa...