Lo malo (o una de las cosas buenas) que tienen las vacaciones es la de tiempo que tiene uno para pensar tonterías.
Me encanta.
Tiempo para perder, para inventar, para soñar. Todo vale y, si no hay una libreta de por medio o un iPhone que lo remedie, todo se pierde tras un baño, tras una siesta, tras una cerveza a orillas de la playa.
Y te da igual.
Aunque hay cosas que no.
Hay bombillas cuyo destello permanece tras partidos de baloncesto, tras carreras entre aguacates, tras resacas de Alhambras bien fresquitas. Y si bien no son -uno lo sabe- imprescindibles (ni imperdibles) siguen ahí, con el runrún a medio gas, hasta que decides hacerles caso.
Y todo esto que cuento tiene que ver con dos cosas que sin serlo, son la misma cosa: Las biografías apócrifas y las 365 razones.
Venía yo ya desde hace tiempo queriendo retomar las 365 razones (una entrada que me gusta a mí y a tres más, pero es que esos tres son muy muy fans) para sentir los domingos como sólo esos textos consiguieron hacérmelo sentir, y pasar las biografías (o dosificarlas) a unos sábados que nunca, si exceptuamos el puro dibujo, supe muy bien qué hacer con ellos.
Y así será.
Así.
Lo único que ocurre (imposiciones de su propio título mediante) es que las 365 razones empezarán el 1 de enero de 2013 (siempre que la resaca, entonces sí, me lo permita).
El 1 de enero.
El 1 de enero.
Pero no podía esperar para darle un "pequeño" lavado de cara a estas biografías, y traerla a este sábado que se la pide.
Y es que Japón, ahí también, me dio la clave: Una biografía apócrifa se queda corta.
Efectivamente, la cosa es recrear dúos imposibles, parejas estrambóticas, uniones imposibles de gente que tengan el mismo número de letras en su nombre y en su apellido.
Hacer, por así decirlo Bi-biografías.
Podría empezar con cualquiera, pero no podía escapar de una pareja irresistible: Candy Candy con Varón Dandy.
Los niños que tuvieron, sus infidelidades, la ruina que trajo la droga a sus vidas.
Si no hoy, será mañana.
Los niños que tuvieron, sus infidelidades, la ruina que trajo la droga a sus vidas.
Si no hoy, será mañana.