A veces hace falta algo de tranquilidad para afrontar lo que viene.
Y mejor así, que más se disfruta.
Recién salido de fundir en uno varios refranes populares, dándole una pequeña pátina de uno mismo...
Así las prisas y el madrugar se mezclan con los viajes y las almas.
Y sí, el avión espera, pero no voy a correr...