176) Porque si partimos una naranja por la mitad lo que obtenemos es una superficie plana.
Y reconozcámoslo, no somos ni la mitad de buenos que una naranja.
177) Porque Hammed Yousfi Mohammed se encontraba la noche del 30 de junio del 2004 en mitad del desierto del Sáhara.
Miró a su izquierda, miró a su derecha.
Nada.
Miró hacia adelante, miró hacia atrás.
Y entonces se dio cuenta:
¡¡Estoy en el centro del mundo!! -Exclamó-.
Y es que en el centro de un posible mundo esférico haría mucho más calor, porque además en el Sáhara era de noche.
P.D. Hasta el lector menos avezado se habrá dado cuenta de que el 30 de junio de 2004 (que fue bisiesto) coincide justamente con la mitad del año.
Pues eso.
178) Porque la mitad de mis amigos piensan que se me va la cabeza especialmente con esta entrada, mientras que la otra mitad sostienen que yo soy así de gilipollas siempre y en cada momento.
Y aquí estoy yo.
Justo enmedio.
179) Porque John Merry, atleta jamaicano que compitió en las olimpiadas de Munich 72 se había casado poco antes de aquella competición con la modelo brasileña Gabriella da Silva, así que cuando John disputaba la final de los 100 metros lisos se paró justo a los 50 y se dijo para sí:
-¿Para qué seguir si yo mi carrera ya la he ganado?-
180) Porque la A es la letra que está justo enmedio de la palabra PLANO (y es la primera letra del alfabeto) mientras que de la palabra REDONDA es la O, hecha con un canuto.
181) Porque hasta los deportes de pelota, ese artilugio tan esférico, tienen primer y segundo tiempo, y se toman un descanso justo enmedio (cosa que por cierto yo no haré).
182) Y sí, lo habéis adivinado.
Porque la mitad de 365 razones son estas 182 (o casi...)
¡Comamos naranjas para celebrarlo!