domingo, 9 de mayo de 2010

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que el mundo no es redondo sino plano XXXVII



253) Porque desde que el 6 de junio de 1882 el alocado Henry W. Seely inventase la plancha eléctrica, aquellos tristes orígenes del siglo IV quedaron definitivamente aplanados por una corriente continua, y ni siquiera un siglo después Adolfo Domínguez, otro alocado pero más sutil comerciante, con su eslogan de "la arruga es bella" consiguió cambiar los gustos del mundo plano en el que vivimos.

254) ¿Por qué la tierra es plana? ¿Y tú me lo preguntas mientras clavas tu pupila en mi pupila azul? La Tierra es plana porque poesía eres tú...

255) Porque Cumeníah Hamadi era un general nefita del Alto Egipto, que se retiró para vender alfombras en el mercado de Jan el-Jalili. Puede que los tenderos más modernos de Al-Muski vendieran a los incautos turistas unas alfombras redondas preciosas y hechas a mano con tintes naturales, pero aquello resultaba de lo más incómodo para que se aposentase quieta la mesita de centro del salón.
Además -pensó- si las sigo vendiendo planas me caben más dentro de la tienda, y con lo que ahorre podré invitar a té a todos mis clientes.
Y no sabes Cumeníah, cómo te lo agradecemos...

256) Por la teoría de la letra P.
A saber: Todas las palabras que empiezan por P, si fueron inventadas de corazón, son más bonitas si se les quita la letra P que les da comienzo.
La PROSA se convierte en ROSA y tu PRISA en RISA. La PIEDRA en HIEDRA y la PLATA en LATA.
Y no me digáis de corazón que no es bonito que la Tierra plana se convierta en LANA...
P.D. Y eso que lana al revés...¡TELA!

257) Porque hay un colgado de la vida que lleva 37 semanas y más de doscientas cincuenta razones dale que te pego con sus movidas. Sólo por su dedicación, perseverancia y ahínco ya le valdría a esta teoría lo que en derecho se llama una duda razonable...

258) Porque fue lo que pensó el 3 de corazones mientras René Lavand, el magnífico prestidigitador manco de las cartas hacía sus trucos imposibles.
El tres de corazones, no sin razón, pensó:
El mundo es un lugar mágico -como la baraja-.
El mundo es sorprendente -al igual que la baraja-.
En el mundo hay gente de todos los colores -exactamente igual que en la baraja-.
En el mundo viven y alternan tus primos y los reyes -me cago en diez, ¡como en la baraja!-.
Así que el mundo es plano, sí, como la baraja, y los que hoy están arriba, en la siguiente mano ni se sabe.
Y todo esto pensaba mientras René no podía hacerlo más lento
El espectáculo terminó y nuestro tres se quedó dormido entre el as de picas y la jota de diamantes...

259) Por la misma razón que existen los ambidiestros. Y si no me entiendes, quizá deberías usar menos la derecha...