Las historias del otro lado, cuando cambias de lado, siguen siendo historias del otro lado, porque el otro lado siempre está allá, lejos, inalcanzable, observándonos desde la otra orilla.
Por eso, ahora que estoy en este lado, seguiré dibujando las historias pensando, como no, en el otro.
Y porque, no nos engañemos, todos los lados conducen a Roma.