Porque otra cosa sería delito.
Y es que entre la cena y los sueños, todos sabemos qué es lo que más alimenta en la noche negra.
Que nunca falten, oiga, esos sueños que nos dan la vida.
Y es que entre la cena y los sueños, todos sabemos qué es lo que más alimenta en la noche negra.
Que nunca falten, oiga, esos sueños que nos dan la vida.